domingo, 12 de agosto de 2007

Viaje a Colombia: Primera parte

En esta ocasión, vuelvo a rescatar mensajes del pasado, puesto que, aunque se trate de un suceso que ocurrió hace dos años, está siempre presente en mi interior. Se trata de mi viaje a Colombia, un punto de inflexión en mi vida. Un viaje que espero que se repita en breves, en cuanto pueda, porque para mí es muy importante volver a mi tierra. Algunos/as, ya leeríais mis aventuras por esa linda y querida tierra, mas otros/as no pudisteis conocer esa particular visión que mis palabras otorgaron a tan precioso país. Por ello, hoy comienza una aproximación de lo que fue mi periplo colombiano. Quizás, añada alguna cosilla (que quedará reflejada con una tipografía distinta), que en aquellos momentos quedó sin ser reflejada, y es que, desde allá, la escritura era breve, rápida y concisa.

El viaje en avión fue corto, a pesar de las ocho-nueve horas que permanecimos en él metidos. Ya, allí, el Drac y yo conocimos a algunas personas: uno iba para Cali, otro (paseándose en calcetines), no recuerdo muy bien su destino. Recuerdo que la emoción recorría todo mi cuerpo, y fue apoteósico cómo el júbilo de los pasajeros llevó a la ovación y los aplausos en cuanto el avión tomó tierra.

Yo nunca había visto a mi familia, excepto por fotos o la cámara del Messenger. Era nuestro primer encuentro, sin contar a mi tía Amparo y mi abuelita Zeneida, quienes sí habían visitado ya, en alguna ocasión, España. Así que este viaje llevaba consigo poner en contacto a seres tan alejados en el espacio. Family, si meto algún gazapo, corríjanme, por favor. Así viví aquellos maravillosos días:

Hooola chamaquit@s,

Pongo @ porque no se poner la barra diagonal con este teclado, pues ya sabeis que odio este sistema al escribir. Asimismo, no hay acentos porque tampoco se ponerlos, jajajajaja. Si, soy un poco torpe.


Bogotá

Os escribo desde Bogota, por fin, una ciudad que me tiene encantado. Es inmensa, ni mas ni menos que 8 millones de habitantes, y tiene toda clase de medios de transporte. Existe el minibus, conocido como cebollero, tambien el precebollero, un poco mas grande. Pero, algo que nunca habia visto es el transmilenio, un autobus que cumple la funcion de metro.

El tiempo en la capital es genial. Es una especie de otoño durante todo el año. Por el día se puede ir en manga corta; pero, en cuanto se acerca la noche una chaquetilla no viene nada mal, la verdad. Vamos que es la temperatura idónea para vivir, al menos para mí.

La Sabana de Bogotá está bordeada al este por una cadena montañosa en la cordillera Oriental de los Andes. Los cerros determinaron su crecimiento de sur a norte, paralelo a los montes tutelares Guadalupe y Monserrate. El límite occidental de la ciudad es el río Bogotá; el del sur, las estribaciones del páramo de Sumapaz, y al norte Bogotá se extiende por la Sabana hasta Chía y Sopó.


Bogotá colonial

Hoy hemos paseado por la Bogota colonial, que es preciosa. Es una parte muy colorida con pequeñas casas, muchas de ellas con sus balcones y miradores. Los edificios hermosos, pero, quill@s, dentro de ella un edificio racionalista declarado BIC maravilloso. Casi muero al verlo, jejejeje. Mañana iremos al museo del oro y pasado al de Botero. Ya se que os doy envidia, pero que le voy a hacer.


Ese edificio racionalista del carajo...

Y lo mejor, lo que mas alegria me ha dado, lo que cada segundo que pasa me hace sentir mas feliz, es que por fin he conocido a parte de mi famila. Ay, es fantastico. Son unas personas maravillosas, encantadoras. Solo de pensar que en unos dias quedaran aqui y yo partire de nuevo a España, alejandome de ell@s, hace que me den ganas de quemar el billete de regreso, jejejeje.

Si no recuerdo mal, al salir del aeropuerto, estaban esperándome mi tía Amparo ¡esa Trulis!, Monica (mi súper primi), Felipe (ya rumbearemos juntos, ya) y Milena (muy guapa de blanco, quillita). Al llegar a casa, lo primero que me entregó Felipe fue una pulsera y, desde entonces, aún la llevo puesta. Está estropeadilla la pobre, pero, bueno, aún resiste. Allá estaba Juan Antonio (Monserrate está presente) y, más tarde, hizo acto de presencia Rodrigo (demasiado ocupado esos días, quillo). Al día siguiente, a comer helados… se viene Gabriela (bien linda mi primi), y pasamos la tarde. Así, por fin, ya había conocido a mi family afincada en Bogotá.


Con Moni y Feli

Y como no, cita para la reflexion desde Colombia, de la montaña del alma de Gao Xingjian

”Joven, no es la naturaleza la que causa espanto, sino el propio hombre. Te bastara con familiarizarte con la naturaleza y ella se acercara a ti. El hombre, si es inteligente, por supuesto, es capaz de inventarlo todo, desde las calumnias hasta los bebes probeta, pero al mismo tiempo extermina a diario dos o tres especies en el mundo. Este es el gran autoengaño de los hombres”.

Ah, por cierto, que rica esta la comida tipica de aca. Yuuuuuummm, me lo como todo.

Lo de la comida, no tiene nombre. Allá nos pusimos las botas. Al segundo día (sin contar el de la llegada), fuimos a comer a un sitio a las afueras de Bogotá. Fue el primer acercamiento a la comida de allá. Ese día probamos la yuca, las arepas, la papa criolla, las arepas de choclo, la gaseosa colombiana, el platanito frito… un festival culinario de muy señor mío. Días más tarde, en Bogotá, me papee toda una pedazo de bandeja paisa: frijoles, platanitos, yuca, arroz, chorizo, carnecita, chicharrones… llevaba de todo ¡mamma mía que platazo! Buah, no tengo palabras para describir semejante manjar. Ah, y más adelante probé ajiaco, sopa con pollo y maíz. Yuuum.

Y ya me despido

Besos a tod@s y mucho cariño

2 comentarios:

HECTOR dijo...

PERDÓNAME, PERO LA COMIDA COLOMBIANA ES ESPANTOSA. NO ´SE DE QUE DELICIAS HABLAS. ESTOY EN BOGOTÁ Y LA COMIDA ES FEA, SIMPLEMENTE FEA, SIN SABOR, SIN GUSTO, POCO COMPARABLE CON LAS COMIDAS MEXICANA O PERUANA, SIQUIERA ARGENTINA. ES UNA COMIDA PÉSIMA, GRASOSA Y AUNQUE MUY CONDIMENTADA, CON POCO, POQUÍSIMO SABOR. Y HABLO DE LOS MEJORES RESTAURANTES DE BOGOTÁ Y HASTA DE LOS LUGARES DE BARRIO, Y NO SOY SOLO YO, SOMO SLO 26 QUE HEMOS VIAJADO...
ME PARECE RARO Y ME PREGUNTO DE QUÉ PAÍS ERES, PORQUE A PARTIR DSE ESO PODRÑIA DEDUCIR EL PORQUÉ LA COMIDA COLOMBIANA TE PARECE UN MANJAR. A PARTIR DE TU ORIGEN PODRÍA DETERMINAR QUE LA VARA CON LA QUE HAS MEDIDO ES MUY BAJA.

SUERTE

closada dijo...

Pues quillo, soy de España, en concreto de Zaraguaya, donde no se come nada mal, la verdad. No sé si el tener percepciones distintas es por cuestión de varemos o porque no depende de "mejores" restaurantes (medidos, por lo general por el precio) o de barrio (donde la comida sí que es muy grasosa). Quizás es porque al ser mi familia de allá, sabe cocinar y, también, dónde comer. No sé, la verdad.

Siento que no os gustase la comida de allá, porque eso os haría disfrutar menos del viaje, que el papeo es muy importante...

Saludos