Pirineos Sur, festival en el que, en ocasiones, los conciertos pasan a segundo plano para ciertos tarados mentales, entre ellos, yo. Y es que este fin de semana no llevábamos entradas y tampoco las íbamos a comprar. Nuestra propuesta consistía en pasar allá las dos noches (con sus días) disfrutando del ambiente. Días fuera de la urbe, días de conocer a gente, de reencuentros, de disparates, de diversión sin límite (es una expresión ¡eh! no os penséis que somos unos desfasados de la vida), de disfrutar con aquellos que te rodean.
Viernes. Llego a la estación. Sé que unas quillas vendrán a hablarme, que me identificarán porque llevo corbata. Se me acerca Katy, me pregunta si soy el amigo de Luismi (obviamente no tenía ni idea de quien era y, además, en teoría me tendría que haber preguntado si era el amigo de Belén). Aclaradas las dudas, ya sabemos que seremos compinches de grupo durante esos días. Cosas de la vida, tendremos que esperarlas en Sabiñánigo, puesto que su billete es el de las 19.30 y han de subir con nosotros. Bueno, así compramos ¿no? Belén, Cuco y yo realizamos las compras: el agua de Sabiñánigo está marrón (más bien roja), y la pizza con salmón está bien cachonda.
Llegamos a la súper zona de acampada. Es de noche cuando montamos, apenas se ve un carajo. Hay que montar dos tiendas: el iglú donde dormiremos y “el nidito del amor”, una especie de canadiense que nos costó seis euros en el Alcampo (a medias entre Cuco y servidor). Buf, joder con la canadiense… Allá está Carmen y gente que comienza a presentarse, como ¿Flander?, Estela, David o Pilar. La música, que suene (Chuana y Kuisi Vol. 3 ya está en la calle), que comience el baile, que se abran las botellas, que la noche nos convierta en pardos… Croquetas, albóndigas, mordiscos en la ayuda… Cuco se queda. El camino a la “carpa dance” se hace cuesta arriba, quizás demasiado; pero sé que más allá está el baile, y no estoy dispuesto a perdérmelo. Y claro que bailamos, sin pausa, sin descanso. Y claro que bailamos, hasta caer agotados.
Sábado. Como no, lo iniciamos con bañito en el Pantano. Desayuno y lluvia. La furgona nos protege. Aparece más gente. Día de chiringos, de descanso, de saludar a más gente. Hasta que llega la noche. La haima será sitio de cena y, posteriormente, de juerga. Musiquita, una caja mágica y, seguidamente, instrumentos. Sergio, el gran concertista, nos deleita con sus melodías, aunque, luego, otros se lleven el mérito. La caja mágica nos acompaña y Sergio sigue tocando de todo, pero lo que mejor se le da es la flauta y la percusión ¡Brutal! Los San Fermines y el Cumpleaños Feliz son letales… Las risas, llevan al silencio, la benemérita está presente; pero, bueno, es de los nuestros y el mutismo lleva a las preguntas, a las risas de nuevo, a la diversión garantizada.
4 comentarios:
De este finde no puedo decir nada ya que el dia que bebimos el agua sucia de Sabiñanigo se me nublo la cabeza y el Sábado,que puedo contar de ese día, que descubrí el placer mico-gastronomico de esas pequeñas seticas. ¡A que me vuelvo vegetariano y me alimento a base de setas!, no sé la cecina es un motivo muy fuerte y creo que podría conmigo.
Bueno, seguro que la cecina (al igual que el jamón), con setas es un plato delicioso, así que... ¡todo es probarlo! Jajajajaja. Vegetariano no sería; pero, sano del carajo, sí. Apunta, apunta...
jjejee fue brutal ver a Cuco haciendo la croqueta ladera abajo... mientras yo lo justificaba ante la gente que lo acababa de conocer diciendo...
"si es que siempre bebe zumo de piña... y no esta acostumbrado..."
Sin duda, lo mejor, el colarnos a mas de 200 personas diciendo "¿que prefieres fila o bailar? yo prefiero bailar" ante eso Pibe y Yo entramos a la carpa con el permiso de la peña... y sin esperar.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Lástima que la "tiendecita del amor" no sirviera para lo que planificamos!!!!!!!!!!!
Jajajaja, bloc-era, eso no es justificar, es decir la verdad: Cuco bebe siempre zumo de piña ¡carajo!
Jospes, lo de la fila fue bestial; pero, es que o se baila o se muere, bien lo sabemos todos ya. Y ante eso ¿qué va a decir o hacer la gente? Pues, simplemente, respetar una idea tan maravillosa como la de dejar menear el bullarengue ¿no? Cómo van a hacernos esperar...
En cuanto a la "tiendecita del amor", na' quilla, nos vamos al Alcampo, cogemos otra y la montamos donde quieras... jajajajaja
Un besico, quillita ;)
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