lunes, 9 de julio de 2007

Aventura pirenaica II (Excursión matinal - Ibón de Batisielles - Refugio de Estós)

Nos despertamos demasiado tarde: son las ocho pasadas ¡Merde! Bueno, aún así realizaremos nuestro plan previsto para el día. Como no estamos muy puestos en estas cosas de horarios, dejamos la tienda montada para quitarla al regreso. Total, a las once ya estaremos aquí… La dirección: Agullas de Perramó. Bien preparaditos, empezamos a ascender siguiendo los mojones que indican el camino, al igual que los “palitroques” (me encanta llamarlos así), de la variante de la GR-11: La ruta de los refugios.

Itinerario

Pasamos los Ibones de l’Aigüeta de Batisielles, después un pequeño tramo de nieve y llegamos a los pies de Perramó. Empezamos a subir y a “escalar” por las rocas hasta que llega un punto en que veo que Cuco se estira demasiado. Yo, que soy chiquiticuate, creo que no podré ascender, puesto que no llegaré a los puntos de agarre. Así que le digo a Cuco que los pocos metros que quedan los haga el solo. Yo, le esperaré abajo, así quie desciendo y como frutos secos…

Ibones de l’Aigüeta

Volvemos a unirnos. Ahora, hacia la Collada de la Plana. Pasamos un porrón de ibones hasta que llegamos al collado. Un descansito con la deliciosa vista del ibón de la Plana y decidimos intentar llegar a otro pico. La subida a la Tuca Mincholet es bastante más difícil. De nuevo, llego a un punto en que no puedo seguir, esta vez quizás porque soy demasiado precavido. Ya lo dice cualquier manual: en la montaña, precaución. Bueno, aquí casi me muero del susto. Estoy parado, esperando a Cuco, en la pendiente inclinadísima de esta montaña. De repente, se tropieza al pisarse el cordón y se cae… mis brazos y manos creo que no se han movido tan rápido en mi vida, totalmente a propulsión para agarrar a Cuco. No se habría despeñado, pero, carajo, mis reflejos fueron tremendamente buenos. Cuco llega a la cima mientras yo le espero cerca de la botella de agua que se le había caído al tropezarse. El descenso es difícil, pero poquito a poco llegamos abajo. Descansamos y nos proponemos regresar para desmontar la tienda, comer y marchar hacia el refugio de Estós.

Panorámica cerca del Paso de la Plana. El Ibón de la Plana y la Tuca d’es Corbets.

Nos encontramos a un grupo de gente que van hacia el refugio de Ángel Orús. Entre ellos una quilla que nos recrimina que acampásemos en el ibón.” ¡Eh, que no hemos acampado, sólo hemos pasado la noche y vamos a desmontar en cuanto lleguemos!” “Ah, bueno, entonces bien”. En la tienda, nada más abrir el avance, una nota:


Leída la nota, el cabreo de Cuco es monumental, jajajaja.

Quitamos la tienda, comidita de Triana, descansito rumbero y para abajo. De nuevo estamos en el Ibón Chico de Batisielles para coger el desvío hacia el Refugio de Estós. El itinerario es bien bonito… ¡Brutal!

Vistas de camino al Refugio

Por fin hemos llegado. Pregunto si hay sitio para dormir. Afortunadamente, lo hay y podemos respirar tranquilos. ¡A la ducha! ¡A la ducha! ¡Buah! ¡Brutal! No puedo describir el inmenso placer de esa ducha con agüita caliente, templada, luego fría… Buf, la relajación en esos momentos es plena. Cenamos bien pronto y vamos a la habitación a leer un rato. Camita, camita, bienvenida seas, jajajaja. Leo y me entra el sueño, así que, una noche más, me echo a dormir antes de las diez. No obstante, tenemos a dos seres que roncan ¡Hiueputas! Uno, de vez en cuando, hacía un sonido tipo león de la MGM, el otro no paraba… Me costó un buen rato dormirme y, a las cuatro y media, despierto como un pendejo. Siguen los ronquidos… Ya no duermo ni a la de tres ¡Vaya chasta!

No se vayan todavía… que aún hay más

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