Ayer, mientras estudiaba en casa, una hormiga empezó a subir por mi brazo izquierdo. Soplé y, cuidadosamente, cayó al suelo. A los dos segundos, una hormiga subía por mi brazo derecho. Repetí la misma acción y, cuidadosamente, cayó al suelo. Examiné el sofá, el suelo, la pared... no había ni una hormiga más. Fue en ese momento cuando pensé que sería buena idea llamar a Buñuel y preguntarle por este acontecimiento.
Por la noche, conté este mismo suceso. Al terminar, un amigo me dio un consejo: "¿Por qué no llamas a Dalí y le preguntas por este hecho?"
Imagen extraída de : http://www.queciencia.com/2007/11/09/las-hormigas-saben-lo-que-es-un-calendario/
Por la noche, conté este mismo suceso. Al terminar, un amigo me dio un consejo: "¿Por qué no llamas a Dalí y le preguntas por este hecho?"
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