No recuerdo muy bien la fecha, pero sé que nevaba. Fue una noche de esas que hacía un frío intenso y que, no recuerdo muy bien porqué, fuimos a buscar a Rodri y a Susana para que salieran con nosotros de marchucón. En el bar, había tres quillas más, así que nos las presentaron y propusimos ir a tomar algo.
Conformado un grupo de siete pendejos/as, nos fuimos a tomar algo al Linares. Al salir, de camino al Calaveras, se puso a nevar. A mi lado, hablando conmigo, estaba una de las quillicas (y para evitar posibles comentarios, matizo que no me atraía en absoluto), que acabábamos de conocer. Me giré un poco más y le dije: "quilla, vamos a darnos un beso, que me hace muchísima ilusión besar a alguien, ahora, bajo la nieve". Así que nos acercamos y juntamos nuestros labios en un cariñoso y amistoso beso. Nos apartamos, nos sonreímos, y dije: "ala, que guais, que ilusión". Y nos echamos a reír. Así, más contentos, marchamos al Calaveras a seguir el baile…
Nieva pocas veces en Zaragoza, por eso una acción tan absurda tomaba una relevancia especial. Tan solo fue un efímero beso; pero, al recordarlo en el autobús de regreso de Madrid, se dibujó una sonrisa en mi rostro. Quizás vuelva a nevar, quizás pida otro beso…
2 comentarios:
jajaja q geniall!!!!!!!!!!
como un sueño hecho realidad cierto???
ojala todos pudieramos hacer nuestros sueños realidadd!!!
aunq sea planeado.......
saludos
me gusto tu blogger
maggie
posdata: haber si chequeas mi www.myspace.com/maggie_chq
Hola maggie, bienvenida a mi majadero Blog. Me alegro de que te guste. Yo visité tu myspace, mas no pude hacer comentario alguno por lentitud de conexión.
Más que un sueño, fue una ilusión, un momento que me apetecía hacer especial. Y, gracias a esa quillita que, quizás también quiso hacerlo especial, pudo realizarse.
Un besico, quillita
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