Después de muchas conversaciones, de muchos devaneos de cabeza, de mil y una reflexiones años atrás, me doy cuenta de que no me equivocaba en mis pensamientos. Este año, en la asignatura de Estructura Social, llegó a mis manos un texto de JOSÉ FELIX TEZANOS, La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, donde aparecían los Rasgos generales que están caracterizando a la sociedad tecnológica en sus fases iniciales de desarrollo:
- Un nuevo tipo de funcionamiento económico basado en mercados mundiales (globalización)
- El conocimiento científico y el desarrollo de la capacidad de aplicación de las innovaciones tecnológicas. Los recursos científico-técnicos se convierten en una variable económica central.
- Nuevo papel del Estado en el impulso de la investigación científica. Supone una nueva fase de institucionalización de la ciencia y de la tecnología.
- Utilización creciente de robots industriales que reemplazan un mayor número de obreros y empleados y pueden efectuar por sí solos tareas cada vez más complejas en la producción, la información y la prestación de servicios.
- Transformación muy profunda en la naturaleza del trabajo, con una drástica reducción de la proporción de actividades manuales y una nueva forma del hombre con las máquinas.
- Nuevas formas de organización del trabajo y de producción flexible y fragmentada en empresa red, con formas de intercomunicación que facilitan nuevas modalidades de trabajo en un mundo cada vez más intercomunicado en tiempo real.
- Un crecimiento mayoritario del sector servicios (por encima del 70-75 %), en el que están surgiendo nuevos subsectores de trabajadores progresivamente precarizados (con empleos esporádicos, a tiempo parcial, con bajos salarios, etcétera).
- Nuevas definiciones de los papeles laborales en la estructura ocupacional. Por una parte, especialistas, que tienen un alto grado de cualificaciones; por otra parte, de sectores con cualificaciones más “obsoletas”, desfasadas y menos necesarias; lo que da lugar a polarizaciones de los abanicos ocupacionales (con sus correspondientes traducciones salariales y sociales).
- Tendencia a una reducción sustancial en la reducción de la jornada de trabajo y el número de horas trabajadas al año
- Surgimiento de nuevas manifestaciones de paro estructural de larga duración, de subempleo, de precarización laboral y de diferentes formas de desigualdad, pobreza y vulnerabilidad social, en el marco de estructuras sociales dializadas, con aumento de las “infraclases”, los “excluidos” y los grupos sociales postergados (jóvenes, mujeres, emigrantes…).
- Declive y desdibujamiento de las clases medias tradicionales.
- Aumento de los tiempos de ocio y de nuevas formas de “inversión” del tiempo libre.
- Crisis y desfase de los antiguos Estado-Mercado-Nación propios de la era industrial.
- Nuevas formas de poder y de influencia en el marco de una economía y un mundo cada vez más interconectado, donde se hace notar la presencia de poderes multinacionales.
- Problemas de deterioro ecológico y de calidad de vida
- Crisis de valores y problemas de incomunicación humana en un mundo y unas organizaciones dominadas por un nuevo gigantismo social. Lo global tiende a aparecer como algo demasiado grande para las “fuerzas” y las potencialidades humanas, como un “nicho social” que no está hecho a la medida de los seres humanos; lo que puede generar sentimientos de fatalismo, pesimismo y frustración.
Bien, pues este es el mundo en el que la gente quiere vivir. Me alegro muito...
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