Dicen que, cuando se tiene un disgusto, una de las cosas que hace mucha gente es cambiarse el peinado. Por eso, el mío debió de ser bien gordo, porque directamente me lo quité, jajajaja.
Allí estaba, parado, en la acera viendo como se alejaba. El pie en el acelerador, el semáforo en rojo y mis manos cerradas agitándose en lo alto. Sonreía y estaba alegre, porque sabía que, por fin, la vida le sonreiría. Tenía ese presentimiento, el de una nueva etapa de alegrías para una quilla que se lo merecía. Pero, como no, también había tristeza, el dolor de un adiós, el de una partida definitiva. Estaba dentro la pena de saber que me perdería acontecimientos que, para mí, habían adquirido vital importancia. Espero que, aunque no llegue a mis oídos, la noticia, allá en Septiembre, sea estupenda.
Y, seguidamente (el azar es lo mío), en el mismo bar donde las gotas golpeaban impunemente sus cristales el otro día, había otra despedida. Un abrazo y un adiós, no se si quedó claro, pero también iba por vos.
Día de revuelto cerebro, de cura interior, de expulsión del dolor. Obviamente, el examen ni en blanco se quedó. No podía entrar, prefería disfrutar a sentirme mal. Así que me alejé de la escuela, y la ciudad, esta vez, no se quedó pequeña. Tan sólo un día y ya era pasado. Y, en mi interior, la paz, las aguas mansas, la luz incandescente que enciende mi pecho. Ya era pasado y yo, feliz, sonreía al presente. Salgo a la calle y el Sol me saluda, agita los brazos desde que inicia el día. Hago lo mismo y mis labios se arquean mientras pienso y deseo: Ofréceselo también a ella.
Año nuevo y me siento estupendo. ¡Uy! Suena La Pulquería:
Te borra el tiempo
Y ya no intento seguirte
No es el momento
Si ya no sé que decirte
No más lamentos
Soy pura vida, ¿quién más decide?
Recibí este mensaje de Vir: “Todo tiene quien todo da”. Gracias, quilla.
Prepárate humanidad, porque algo se mueve por mi cuerpo. Prepárate humanidad porque tengo calor y no puedo dejarlo dentro. Ya siento los cosquilleos, las ganas de dar mal, la pura vida que se altera en un momento. Dejé de ser duende y no quiero volver a serlo. Ahora seré un Rescoldao, pequeño diablito (por lo de Calaveras y…) juguetón que concede deseos, y que propone acertijos y premia a quien los resuelva.
Mirad en las hogueras porque quizás, en alguna ocasión, los Rescoldaos estemos de visita…
Mil besos como mil soles
Gracias M.
5 comentarios:
snif, snif...
¿Será porque hoy estoy más sensible o porque me siento reflejada en parte de tus palabras?
Será porque todos los caminos conducen a Roma...
¿Para cuando una comida? jejejeje
Besotes
Próximamente... ya que comienzo mis vacaciones el sábado !!!!!!!!!!!
Tomo nota
Ya seremos tres los que estemos de vaciones la semana que viene, deberiamos quedar para tomar algo y disfrutar de ellas.
Oe!Oe!Oe!
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