miércoles, 17 de enero de 2007

Cuando cobraré... hoy (Miércoles), marcharé a la huelga.

Aquí estoy de nuevo, a unas horas un poco intempestivas, pues son las 2.22 a.m. Tengo examen a las 12.00, pero que le vamos a hacer. He salido del trabajo y he llegado a casa. Las teclas me llamaban, querían ser acariciadas por mis deditos, pues ellas saben que cobran vida, que dejo de controlarlos, que se interrelacionan con mi mente dejando de lado el resto del cuerpo. Así lo sienten y, soy así, debo cuidarlas.

Nada más llegar al trabajo, he ido directo a la oficina: “Hola, he venido a deciros que hoy no trabajo, puesto que aún no he cobrado. Bueno, hasta que no cobre no pienso volver” Mil y una explicaciones, y yo sé que la culpa no es de mis encargados. “No, si yo sé que la culpa no es vuestra, de hecho si me jode no trabajar es por vosotros y el resto de mis compañeros” Llamadas telefónicas, llamadas a sus superiores… “Mañana intentaremos que dejen un talón aquí para ti.” “Bueno, pues mañana trabajaré, hoy no. Lo siento” “Christian, por favor, no nos hagas que tengamos que notificar una falta. Tú no te lo mereces, porque te esfuerzas y, además, por lo poco que te conocemos eres muy majo. Por favor, si tus compañeros ven que te marchas deberemos notificarlo. No nos hagas hacer eso, que no queremos”. Me doy la vuelta, me marcho a los vestuarios. Bajo a la cocina a preparar las cosas para una noche más de horario laboral. Termino mis primeras tareas, y pido la cena a Jounes.

Jounes: Es un compañero de trabajo. Él está en la cocina y, por lo general, me prepara la cena todos los días (a veces me la hace Gabriel). Como nos hemos hecho compinchillos, siempre me ofrece platos hechos con mucho cariño, como dice él. El otro día me dijo: “Christian, te considero mi amigo y mi buen compañero de trabajo…” “Christian, tu tienes que ir al cielo, porque eres muy bueno.” Qué puedes sentir ante eso más que una inmensa gratitud. Jounes, gracias por tus exageradas palabras. Porque no creo en ese cielo, pero volar un poquito… jejejeje.

Hoy, por ser yo, me ha dado una crema de champiñones y, para que pruebe una comida que toman mucho en su país natal, Marruecos, un poyo con limón y aceitunas “así no comes lo de siempre”. Al darme los platos me dice: “Hoy estoy triste. Hoy no estás como siempre, hoy no estás con tu alegría.” Así nació la primera sonrisa de la noche, así dio paso a mis primeras bromas de esas horas.” No tengo dinero, me siento impotente, estoy seguro de que mañana no habrá talón, pero salió así mi primera sonrisa. Nada importaba ya que sea el único en esa situación, nada importaba tener que aguantar a Andrew (insolente y mal educado, a parte de horrible y detestable compañero de trabajo), nada importaba observar todo lo que me habían dejado los de la tarde; sólo palabras, una sonrisa. Que razón tiene mi querida Anaïs Nin:

“Sí, tienes razón. Las palabras son mágicas”.

Ahora suena Entre Yuca y Palma Vol. 2, un regalito que he ido haciendo, como suele ser costumbre, con mi tarjeta de felicitación de Año Nuevo. Este año ha sido extraño porque bastantes personas que debían haberla recibido, no lo han hecho. Al final, decidí entregar las que se iban quedando en mis manos a seres desconocidos que suelo encontrar en los mismos sitios (biblioteca, bar, tienda…), o a personas que acaban de empezar a formar parte de mi continuar vital.

“Llamarte, aún sabiendo que andas entre tantas voces que en tu cabeza vuelan dando vueltas como mariposas […] Aún y así, intentaré hacerte reír. Por lo menos sonreír.”

Muchas sorpresas, algunas preguntas, caras ilusionadas al recibir de la nada. Viviendo entre la yuca y la palma, viviendo entre el Boogaloo desenfrenado. El 13 entregué el último, casualmente en Nochevieja, casualmente en Año Nuevo. Me alegro de haberte hecho a ti este presente, éste mi mundo musical. Sí, ya sé que va condicionada: Expandiendo para toda la Galaxia.

“Hoy miro a través de ti las calles de mi [Habana] Colombia linda y querida, tu tristeza y tu dolor reflejan sus fachadas, en tu alma y soledad la voz…”

Buenas noches y dulces sueños. Yo los tendré, os lo aseguro.

2 comentarios:

bloc- era dijo...

... y tu música me ha alegrado una de mis tardes de trabajo.
GRACIAS POR TODO!!!!

closada dijo...

Vaya, me alegro muito, que lo sepas. Un besico bien gordote.