
Desde el comienzo, con la voz en off, explicando el asesinato de su padre, la protagonista toma las riendas de la acción y cumple sobradamente como eje en torno al cual transcurre la historia. Alrededor de ella, giran los otros tres protagonistas, bien definidos en cuanto a su manera de ser. Fanfarrones ellos, muestran sus debilidades ante el espectador de manera clara y contundente, algo que les hace humanos a nuestros ojos en contraposición a la imagen que pretenden ofrecer a sus adversarios (sean de su mismo bando o del otro).
Enmarcando a los personajes, está el paisaje, un elemento más a destacar en esta película en la que la espléndida fotografía lo convierte en un personaje más. este es otro de los elementos que conforman un engranaje que funciona a las mil maravillas. No hay momentos que chirríen. Ni cuando es turno del humor, de la violencia o de las jugarretas del azar, hace que pierda un ápice de tensión y de emoción esa búsqueda de la venganza.
Sin duda, los Coen lo bordan y nos ofrecen una película que hay que ver en la pantalla grande, sí, o sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario