martes, 11 de agosto de 2009

Arrástrame al Infierno


Había leído que Sam Raimi había vuelto a sus orígenes y que, por tanto, se acercaba de nuevo a aquella película que rodó allá en 1981: Posesión Infernal. Por eso, cuando el señor Joven me propuso su visualización no pude resistirme a acudir al cinema.

La película en sí, cumple su función: da miedo, te mete algún que otro susto del carajo y te mantiene (a excepción de la estúpida e irrisoria escena de la sesión de espiritismo para atraer al espíritu malo, maloso), en tensión constante. Afortunadamente, no cae en lo gore más burro, sino que se conforma con algunas escenas de asquito, nomás.

Es gracioso ver cómo hace algunas referencias a películas, como Nosferatu (me la recuerda la escena de la sombra subiendo las escaleras), o a la ya mencionada Posesión Infernal (los ojos que van directos a la boca).

Vamos, sin ser la repera, sí que es una película de terror más que correcta y que te hará pasar un mal-buen rato en el cinema. Si eres de los/as que no pueden dormir luego, mejor es que te abstengas, jejejeje.

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