El azar conduce mis pasos. Es Viernes y, después de una dura jornada en la biblioteca, me dirijo a la inauguración de una exposición de fotografía en una tienda llamada Bahnhof. Nada más empezar a ver a la gente, me imagino el ambiente… Sin embargo, al fondo, la veo: Yoli. - “Qué pasa, quillita”. - “Buah, menos mal que has venido”. Me dice. Miramos la exposición. Sinceramente, es horrible. Y luego me preguntan qué carajo tengo contra la fotografía. Pues simplemente esto: exposiciones bastante lamentables de supuestas fotografías de calidad artística. Poco me aporta toda esta nueva hornada de supuestos/as fotógrafos/as. Tomamos un vinito, que para algo es la inauguración. ¡Es demasiado! ¡Vino de California! ¡No jodas! Con los vinos tan deliciosos que tenemos a escasamente una hora… Claro está, hay que fotografiarlo para el Blog.
El vino de California en primer plano...
Damos una vuelta a la exposición. Pero nuestros ojos se dirigen a otro punto: la sala destinada a libros y cómics. Así que Yoli y yo nos adentramos en nuestra cueva personal, lejos de esa jet-set que nos rodea, para deleitarnos con el visionado de interesantes tebeos y algún que otro libro interesante.
Decidimos irnos. Marchamos al Tiger Lilly, situado donde antes estaba el “nuevo” Fantasma de los Ojos Azules. La decoración deja bastante que desear y no es que sea muy económico. Al rato, debemos de partir. Hoy, me toca abrir el Calaveras. Bastante curro y a dormir. Tres horitas de sueño y al curso de Monitor de Tiempo Libre, razón por la cual paso todo el día fuera de casa. El cansancio empieza a adueñarse de mi cuerpesito rumbero. Cuando termina, allá a las ocho, cojo mi bicicleta y marcho hacia el hogar. No obstante, no podría ser de otra manera, me introduzco en la manifestación en contra de la especulación y en defensa del territorio. Lo cierto es que el desarrollo urbanístico de los Pirineos está tomando un cariz preocupante. Si sigue así, esos entrañables pueblos parecerán pequeños Benidorm montañeses con un caótico crecimiento urbanístico. Por eso, se propone que se recupere el debate parlamentario de la “Ley de protección de la alta montaña de Aragón”. En ella, entre otras personas, me encuentro a mi querida Evita “Dinamita” y, como no, a María y Fanny. Acabamos juntos la manifestación y, seguidamente, marchamos a buscar a Ana: tenemos que cenar.
Cabecera de la Manifestación al llegar a su destino: la DPZ.
Toca abrir, otro día más, el Calaveras. La noche no puede ser más funesta: no tenemos cambios, uno de los reproductores de CD’s no funciona bien, no hay vasos de chupito, nos quedamos sin tubos, tampoco queda Brugal… ¡No aguanto más! Ante esta situación, decido que se cierra a las 4.00. Es media hora antes, pero lo primero es mi salud mental, y cabrearse no conduce a ninguna parte. Así que bajamos la persiana y vamos a bailar la media horita que nos queda de Krápula abierto. Tres horas de sueño y al curso otra vez. Todo el día fuera de casa… ¡Esto me suena! Hoy, jour de la mère, toca comer en su casa. Carta de hacienda: No sé por qué puta mierda, este año, no pueden hacerme el borrador de la declaración ¡No me jodas! No, si es que lo sencillo y yo no estamos muy bien avenidos, por lo visto.
Después de fabricar una turuta, bailar un dance tradicional aragonés y un “paloteau”, entre otros bailes, terminamos la última sesión del curso. Llego a casa, como un bocata y decido descansar un rato. ¡No! Mala opción. Cuco y Mónica llaman al timbre. Cojo mi velocípedo y pedaleamos hasta el Arrabal. Está tocando La Ronda de Boltaña. Virginia, Eva, Belén, Alicia, Isabel, Pepín (al final),... están por allí. Me duele todo, tengo sueño; pero, que carajo, aguanto como un jabato. Hasta me marco un pasodoble con Belencita (bueno, medio).
Después de fabricar una turuta, bailar un dance tradicional aragonés y un “paloteau”, entre otros bailes, terminamos la última sesión del curso. Llego a casa, como un bocata y decido descansar un rato. ¡No! Mala opción. Cuco y Mónica llaman al timbre. Cojo mi velocípedo y pedaleamos hasta el Arrabal. Está tocando La Ronda de Boltaña. Virginia, Eva, Belén, Alicia, Isabel, Pepín (al final),... están por allí. Me duele todo, tengo sueño; pero, que carajo, aguanto como un jabato. Hasta me marco un pasodoble con Belencita (bueno, medio).
La Ronda de Boltaña
Vuelvo a desplazarme. El destino, en esta ocasión, es El Zorro. Hay una jam-session y me apetece verla, aunque apenas aguanto un par de actuaciones. No puedo más: se me cierran los ojos, me pesa todo, me choco con la gente, balbuceo… Toca irse a dormir. Así que ¡Buenas noches!
Un beso para todos los seres rumberos de la Galaxia
* Fotografías realizadas con el móvil. Se nota, se nota...
2 comentarios:
en fin... una hace lo que puede pero lo reconozco lo mio no es el baile......
No sé si lo tuyo es el baile o no, pero me encantó ese medio pasodoble con vos.
Otro día que esté menos cansado prometo uno entero.
Besos bailongos
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