Marchamos esta noche al cinema Guillermo, Bintu, Julia, Amadou, Bai, Mariama y servidor. Antes de ir para la sala, decidí mirar algo sobre el filme. No obstante, al final, sólo me dio tiempo a saber que la cita cinematográfica sería con la última película del señor Clint Eastwood. "Bueno", pensé, "veremos algo interesante".
Comenzaba con fuerza, con unos diez primeros minutos que, para nada, presagiaban lo que vendría después. En seguida, comenzaba a desinflarse para, poco a poco, ir cayendo en picado. Así, sin pausa, descendiendo en fuerza e interés a medida que se iba acercando al final. Y es que, creo, que el guión es realmente flojo, flojete, flojísimo. En ella, tres historias muy diferentes, por personajes (hombre, mujer y niño), por geografía (San Francisco, París y Londres), y por su relación con la muerte ("vidente" comunicador con los muertos, muerta resucitada y hermano de muerto), van desarrollándose sin la más mínima atracción (excepto con algún momento puntual de tensión), hacia los acontecimientos que van sucediendo.
Supongo que, en un intento de ¿enganchar? al espectador, se introducen las consabidas historias de amor-desamor, así como algún que otro momento sensiblero, todo ello, por otra parte, bastante previsible. Así, a medida que el sopor va creciendo, vamos llegando al final, a esos últimos veinte minutos que rematan la faena. La conexión entre los tres personajes y sus respectivas historias, no es que fuera previsible. Es que era ya un hecho que quedaba claro desde el principio prácticamente. Pero, la manera tan forzada de llevarlo a cabo era ya para llevarse las manos a la cabeza. Al igual que el anodino y vergonzoso final feliz de ... y comieron perdices.
Súmenle, a todo esto, un doblaje horrendo (que, por cierto, cada vez va a peor), que merma brutalmente las actuaciones de los personajes. Poco podemos salvar, pues.
Como conclusión... Si hay algo más allá de la vida, espero que no haya películas como ésta.
Lo peor: El vergonzante final de una película, ya de por sí, bastante anodina.
Lo mejor: el "cafelito" después de la película con tan magníficos/as acompañantes.
Comenzaba con fuerza, con unos diez primeros minutos que, para nada, presagiaban lo que vendría después. En seguida, comenzaba a desinflarse para, poco a poco, ir cayendo en picado. Así, sin pausa, descendiendo en fuerza e interés a medida que se iba acercando al final. Y es que, creo, que el guión es realmente flojo, flojete, flojísimo. En ella, tres historias muy diferentes, por personajes (hombre, mujer y niño), por geografía (San Francisco, París y Londres), y por su relación con la muerte ("vidente" comunicador con los muertos, muerta resucitada y hermano de muerto), van desarrollándose sin la más mínima atracción (excepto con algún momento puntual de tensión), hacia los acontecimientos que van sucediendo.
Supongo que, en un intento de ¿enganchar? al espectador, se introducen las consabidas historias de amor-desamor, así como algún que otro momento sensiblero, todo ello, por otra parte, bastante previsible. Así, a medida que el sopor va creciendo, vamos llegando al final, a esos últimos veinte minutos que rematan la faena. La conexión entre los tres personajes y sus respectivas historias, no es que fuera previsible. Es que era ya un hecho que quedaba claro desde el principio prácticamente. Pero, la manera tan forzada de llevarlo a cabo era ya para llevarse las manos a la cabeza. Al igual que el anodino y vergonzoso final feliz de ... y comieron perdices.
Súmenle, a todo esto, un doblaje horrendo (que, por cierto, cada vez va a peor), que merma brutalmente las actuaciones de los personajes. Poco podemos salvar, pues.
Como conclusión... Si hay algo más allá de la vida, espero que no haya películas como ésta.
Lo peor: El vergonzante final de una película, ya de por sí, bastante anodina.
Lo mejor: el "cafelito" después de la película con tan magníficos/as acompañantes.
4 comentarios:
Siempre nos quedará Clint.
Besos grandes!
Pues sí, siempre nos quedará Clint. Aunque, espero que se esmere más que en esta pelí, jejejeje.
Besicos clínticos.
¡Gracias por tu visita!
Qué casualidad lo de la foto ¿verdad? Me encantan las casualidades de ese estilo :P
Mi foto de perfil (y la que tú viste en el libro), es un cuadro de Tamara Lempicka que me gusta mucho.
Anais Nin también me gusta mucho. Es una de mis escritoras predilectas.
Un beso!
Hola Rocío,
Bienvenida por acá. Para mí, Anaïs es La escritora. Sus diarios son pequeñas grandes joyas que no hay que dejar de leer.
Besicos
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