miércoles, 9 de febrero de 2011

127 horas

Hoy hemos ido a ver 127 horas. Para mí, una grandísima decepción. La película del Sr. Danny Boyle es floja, muy floja, y carente de total interés. 127 horas podría ser una especie de película de sobremesa de Antena 3, pero emitida por la MTV. Imágenes aceleradas, flash-backs que no aportan nada, momentos oníricos insulsos, trepidante montaje de videoclip... Personaje plano, replano, a pesar del ¿intento? de Boyle por otorgar algo de personalidad. Música excesiva que mata a un elemento que debiera ser imprescindible: el sonido de la naturaleza. Y, para colmo, un doblaje horrible que remata la faena.

Sin duda, Boyle nunca ha estado en un cañón, porque en éste (el de la película), no se oye el viento y, mucho menos, el silencio. Tampoco ha pasado sed, porque estar de excursión y no tener agua es mucho más angustioso de lo que refleja el personaje. Basada en un hecho real, en este filme, nada es creíble. Así, y sumando las majaderías que va insertando el director en el devenir del futuro autoamputado Aron Ralston, difícilmente uno puede meterse en la película y sentir un mínimo de empatía hacia el protagonista.

En mi opinión, una de las películas más flojas (por detrás del remake de Pesadilla en Elm Street), que he visto en cine en el último año.

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