Estuvimos, este fin de semana recién pasado, en Alacant. Marta tenía un examen y yo, simplemente, la iba a acompañar. Me pedí unos días que me quedaban en el curro y, así, podría descansar. ¡Buf! Ha sido maravilloso.
Desde la llegada hasta la marcha, todo fueron atenciones por parte de Ponfrik, Youi y el señor Riles. Este hecho, afianza, todavía más, el cariño que tengo a estos seres alicantinos que tuve la fortuna de conocer hace ya unos seis años.
Los días pasaron volando. Me terminé otro librico de Henry Miller, fuimos de compras, paseamos por la urbe, nos echamos unas chelas el sábado nuit... En definitiva, logramos una desconexión total de curro y cansancio.
Ahora, casi, casi, vuelve a faltarme tiempo...
Desde la llegada hasta la marcha, todo fueron atenciones por parte de Ponfrik, Youi y el señor Riles. Este hecho, afianza, todavía más, el cariño que tengo a estos seres alicantinos que tuve la fortuna de conocer hace ya unos seis años.
Los días pasaron volando. Me terminé otro librico de Henry Miller, fuimos de compras, paseamos por la urbe, nos echamos unas chelas el sábado nuit... En definitiva, logramos una desconexión total de curro y cansancio.
Ahora, casi, casi, vuelve a faltarme tiempo...
2 comentarios:
Y que lo digas...un besico enorme para esos alicantinos que nos cuidaron tan bien...
Seguro que ya lo han sentío...
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