Terminé, ayer, de leerme Cambiar el Mundo, de Daniel Bensaïd. Aunque, a veces, un poco denso, me parece un libro realmente interesante. En él, partiendo de la exposición de un Mundo en plena crisis, no sólo económica, sino también política y moral. Situándonos en esa globalización mercantil que ampara unas situaciones imperialistas brutalmente despiadadas. Alertándonos de esa ferviente y, cada vez más patente, privatización de los servicios, de la moneda, de la sanidad, de la información... Nos invita a imaginarnos un Mundo más allá del capital, a cambiar un planeta regido por el autoritarismo liberal.
Por esta razón, como punto de partida hacia ese posible cambio, nos recuerda esas frases que se han convertido en un auténtico grito de guerra: "¡El Mundo no es una mercancía! ¡El Mundo no está en venta!" Así, va desentrañando diferentes posturas y teorías sobre la situación actual del Mundo, así como la posibilidad y la manera de cambio. Pronto surgen las dudas: ¿Quiénes pueden ser los actores del cambio? ¿Cómo articular esas nuevas resistencias que emergen contra el capitalismo liberal?
Quizás, la solución está en buscar el bien público y común, en crear una sociedad solidaria. Quizás, otro mundo sí que es posible. Quizás, la unión sí que hace la fuerza. Quizás, algún día el capitalismo y todo lo que éste conlleva, deje de chingarnos la vida.
Sin duda, una obra más que recomendable que nos invita a hacernos partícipes de un pensamiento crítico y, por tanto, a reflexionar si esta sociedad cargada de injusticias, de explotación, de crecientes desigualdades sociales y marginación, de situaciones de poder, de guerras, ..., es la que deseamos para nuestro devenir vital. Mereció la pena leerla, sí, sí...
Por esta razón, como punto de partida hacia ese posible cambio, nos recuerda esas frases que se han convertido en un auténtico grito de guerra: "¡El Mundo no es una mercancía! ¡El Mundo no está en venta!" Así, va desentrañando diferentes posturas y teorías sobre la situación actual del Mundo, así como la posibilidad y la manera de cambio. Pronto surgen las dudas: ¿Quiénes pueden ser los actores del cambio? ¿Cómo articular esas nuevas resistencias que emergen contra el capitalismo liberal?
Quizás, la solución está en buscar el bien público y común, en crear una sociedad solidaria. Quizás, otro mundo sí que es posible. Quizás, la unión sí que hace la fuerza. Quizás, algún día el capitalismo y todo lo que éste conlleva, deje de chingarnos la vida.
Sin duda, una obra más que recomendable que nos invita a hacernos partícipes de un pensamiento crítico y, por tanto, a reflexionar si esta sociedad cargada de injusticias, de explotación, de crecientes desigualdades sociales y marginación, de situaciones de poder, de guerras, ..., es la que deseamos para nuestro devenir vital. Mereció la pena leerla, sí, sí...
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