domingo, 5 de junio de 2011

Desafortunada publicidad


Llevaba unos días viendo una publicidad de Pavofrío de Campofrío que no me encajaba. El eslogan que acompañaba a una imagen de una niña, en el típico pasillo de centro comercial, en la sección de muñecas era: "Elegimos alimentar otro modelo de mujer". Algo no me cuadraba. No sabía dónde carajo estaba el truco. Así que, ayer, decidí acercarme y mirarlo detalladamente (y sacar una foto con el celular). Esto es lo que vi:

Una niña con blusa o vestido está rodeada de un porrón de cajas rosas que contienen muñecas (como ya he señalado, típico pasillo de centro comercial), todas ellas vestidas como de princesas o vaya usted a saber el qué. Pero, esta niña, por lo que reza el eslogan, es especial, es distinta: se ha decantado por una muñeca diferente. La única que viste una especie de vestido realizado con retales y que lleva un pelo diferente. Como si fuese el patito feo entre tanta muñeca bonita...

Bien, parece ser que allí radica el otro modelo de mujer: no elijo la princesa, sino la "alternativa". ¡Glup! Obviamente, pensé: "Joder, que anuncio más desafortunado. Al fin y al cabo, siguen representando el mismo modelo de mujer". Creo que habría sido más lógico ser más explícito, romper los moldes del todo y presentar a una niña que no encajase con el patrón establecido socialmente. Es decir, una niña que está en un pasillo donde el color dominante fuese el azul (establecido en publicidad y socialmente al niño), y cogiendo un muñeco de Buzz Lightyear, un coche de carreras o un balón de fútbol. O, mejor aún, una niña que tiene entre sus manos La sonrisa al pie de la escala ¡Qué sé yo!

Si otro modelo de mujer es más de lo mismo, es repetir roles establecidos por la sociedad en que vivimos, es seguir jugando con muñecas (aunque sean diferentes), es la continua relación con el color rosa sólo por el hecho de ser niña... estamos chingados/as. ¿Qué sucedería si en lugar de una niña fuese una mujer? Ya se pueden imaginar. En lugar de una plancha con cinco funciones y toda la vaina, elegiría una antigua y abollada ¡No te jode!

Señores/as publicistas de Campofrío, abrán un poquito más sus mentes, por favor. Así no avanzamos ¡Carajo!

2 comentarios:

Rocío dijo...

Vaya, pues a mí el anuncio no me parece mal del todo. No se pueden romper los prejuicios de la noche a la mañana. Que la niña coja la muñeca diferente ya es un paso, hoy día en que estamos demasiado encasillados.

Pero llevas razón, el anuncio podría haber sido más rompedor aún.
Tiempo al tiempo.

Besos

Anónimo dijo...

ese christian! la verdad q yo también me quedé alucinada... me parece una campaña muy desafortunada por las mismas razones q das... una pena...

un besico. amaya.