
Leí a Mishima por primera vez con Caballos desbocados (segunda novela de mencionada tetralogía), y ya supe, desde ese primer momento, que su universo literario me atraparía. Con la lectura de Nieve de Primavera no he hecho más que volver a ratificar aquella inicial idea.
Les dejo con una interesante reflexión:
"Si la ley natural y la filosofía habían impuesto límites a la visión del hombre desde los principios antiguos, para pasar luego a un principio más universal (en el supuesto de que tal principio exista), ¿no se alcanzaría un punto en que la ley misma, tal como la conocemos, dejaría de existir?"
YUKIO MISHIMA, Nieve de Primavera
No hay comentarios:
Publicar un comentario