Es el primer día que no me despierto a las 5:55 horas desde que he llegado a Colombia. No obstante, tenemos que madrugar porque toca viajar a Pitalito. Por esta razón, desayunamos fuerte en casa de Rodri y cogemos un taxi para marchar a la Terminal de transporte. El conductor es muy parlanchín y, entre risas, nos cuenta sus líos amorosos con una japonesa, a pesar de estar casado.
En la terminal, antes de subir a la buseta, compramos la SIM Card, así que ya estamos “movilizados”. Viajar por Colombia en estos medios de transporte es curioso, porque de repente para en algún sitio y, sin avisar, baja toda la gente y… ¡es el momento de comer algo! Marta y yo, con el desconocimiento de ser nuestra primera vez, simplemente tomamos un refrigerio: probamos el pan de yuca. Después del pipí de rigor, seguimos hacia nuestro destino.
Nos ponen una película demencial: Fast and furious 5, con Elsa Pataky y todo…
La llegada a Pitalito es sobre las 20:15 aproximadamente. Al final, el viaje, ha durado más de lo esperado. Menos mal que llevábamos a un conductor de primera y adelantábamos a todo el mundo: carros (coches), motos, camiones… nada podía con él. Si vamos con otro, estoy seguro de que hubiéramos llegado a las 22:00 por lo menos.
[Taxis Verdes: 40.000 COL por persona con descuento de carné joven. Duración: 9 horas aproximadamente]
En el trayecto, suena una canción que nos acompañará en el recuerdo para el resto del viaje: “Te la meto, te la saco”, un gran temón.
En la terminal, antes de subir a la buseta, compramos la SIM Card, así que ya estamos “movilizados”. Viajar por Colombia en estos medios de transporte es curioso, porque de repente para en algún sitio y, sin avisar, baja toda la gente y… ¡es el momento de comer algo! Marta y yo, con el desconocimiento de ser nuestra primera vez, simplemente tomamos un refrigerio: probamos el pan de yuca. Después del pipí de rigor, seguimos hacia nuestro destino.
Nos ponen una película demencial: Fast and furious 5, con Elsa Pataky y todo…
La llegada a Pitalito es sobre las 20:15 aproximadamente. Al final, el viaje, ha durado más de lo esperado. Menos mal que llevábamos a un conductor de primera y adelantábamos a todo el mundo: carros (coches), motos, camiones… nada podía con él. Si vamos con otro, estoy seguro de que hubiéramos llegado a las 22:00 por lo menos.
[Taxis Verdes: 40.000 COL por persona con descuento de carné joven. Duración: 9 horas aproximadamente]
En el trayecto, suena una canción que nos acompañará en el recuerdo para el resto del viaje: “Te la meto, te la saco”, un gran temón.
De la Terminal de Pitalito, a la Octava. Es la zona donde encontraremos un hostal económico, según le indica una mujer a la que cedimos nuestro asiento para que no fuese de pie a Marta. El taxi cuesta 3.500 COL.
Tras recorrer un poco la zona, finalmente, nos alojamos en el Hotel Yoritania, donde la noche nos sale a 30.000 COL entre los dos. Y, seguidamente, nos fuimos a comer, justo al ladito, unos tamales bien ricos junto con una Póker. Hay que echarse a dormir pronto. Al día siguiente toca visitar San Agustín.
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