martes, 27 de enero de 2015

Especial Aleix Saló

La entrada de hoy es muy simple: un especial Aleix Saló.

A continuación, reagrupo los vídeos que reflejan, animadamente, la temática de sus tres libro-cómics, aunque en éstos lo hace de una manera aún más divertida y disparatada, utilizando como protagonistas a personajes llenos de tópicos que viven situaciones inverosímiles y desternillantes. En estas tres obras, Aleix Saló nos habla de aquello que se conoce como la burbuja inmobiliaria; de los intereses y la incompetencia que rodea a quienes nos gobiernan; del sistema económico dominante,..., siempre mostrando todo con sencillez y gran sentido del humor. Por esta razón, animo a su lectura encarecidamente. La pena es que, aunque sólo se nos muestre de manera somera, o quizás sea por eso, hacen que nos pongamos de muy mala hostia, jejejeje.

A pesar de que estos vídeos aparecen en su canal de YouTube, he decidido agruparlos acá para facilitar su visionado y, de esta manera, invitar a quienes visitan esta bitácora a conocer su trabajo y, como no, a reflexionar un poquitico sobre "eso de la crisis". Porque hay maneras de conocer otra realidad más allá de la televisión...

Españistán, de la Burbuja Inmobiliaria a la crisis



Simiocracia



Europesadilla


domingo, 25 de enero de 2015

Finde coreano

El día 9, aquel en el que todos los años nieva, decidimos ir a cenar por ahí. Ángel nos había recomendado, hacía ya un tiempo, un restaurante coreano situado por la zona de Patraix, así que decidimos que sería la noche de aquel viernes la fecha señalada para acercarnos a degustar una pequeña muestra de la cocina de ese país.


La reserva en el restaurante Yukmi, un restaurante pequeño y acogedor, la teníamos a las 21:30. Llegamos puntuales y, como éramos novatos, decidimos que sería bueno dejarnos aconsejar. Así que la dueña, una mujercica la mar de maja, con la sonrisa siempre puesta y una reseñable amabilidad, nos explicó brevemente algunos platos de la carta, identificando entre ellos los más típicos y/o característicos. Finalmente, éste fue nuestro menú:

Entrantes:

Jin Mandu: Empanadillas al vapor rellenas de carne, tofu, brotes de soja, setas... qué sé yo. Pero, ¡guau!, por Santa Bárbara de los ojos abiertos que están deliciosas.

Dubu Chon: Tofu a la plancha con salsa de soja. Se trata de un sabroso plato que hará las delicias de quienes adoran el tofu. No obstante, a mi parecer, al final se hace un poco cansino. Será que no soy muy amante del tofu, jejeje.

Ensalada:

Kimchi: una gustosa (y parece ser que muy saludable), ensalada picante elaborada con la denominada "col china" y otras verduras, aderezadas con ají rojo molido.

Tallarines:

Chapche: los riquísimos tallarines transparentes de batata (boniato), con verduras y carne, todo ello condimentado con salsa de soja y un poquitico de azúcar.

En conjunto, una deliciosa cena que nos dejó con las panzas bastante llenas, en un ambiente la mar de agradable y donde destacar la atención y simpatía de la mujercica que nos atendió y del cocinero, quien salió expresamente a preguntarnos si nos había gustado la cena.

Hasta esa misma noche no habíamos sido conscientes de que nuestra propuesta cinematográfica en la filmoteca para el día siguiente iba a convertir ese fin de semana en nuestro particular "Finde coreano", puesto que ya teníamos en mente desde hacía unos días acudir a ver The Host, de Bong Joon-Ho. Y qué decir de esta cinta...

The Host es una película fascinante que entrelaza, sin ningún pudor y un admirable acierto, géneros tan dispares como el thriller, la comedia, el drama, el terror y la serie B. Alejada de todo cliché al que ya nos tiene acostumbrado el "cine de monstruos", The Host muestra un cine humano y cercano, protagonizado por lo que podrían ser auténticos perdedores y/o freakies de tomo y lomo, en detrimento de esos grandes héroes salvadores de la humanidad. Así, el espectador es sometido a situaciones de máxima tensión; a momentos verdaderamente hilarantes a través de situaciones que o bien se muestran desternillantes o bien se acercan al patetismo; a fragmentos que nos hacen reflexionar sobre el ser humano, la sociedad y las relaciones interpersonales; a segmentos que nos muestran el terror que produce el monstruo, pero también el horror que pueden llegar a producir ciertas acciones humanas.

En resumen, otra gran película de este "nuevo" cine coreano (y en concreto de Bong Joon-Ho), que tantas joyitas nos está ofertando en los últimos años.

Domingo de mañanita. Habíamos retrasado nuestra cita de los sábados con la piscina para espaciar un poco nuestras actividades del fin de semana y, de esta manera, disfrutar más aún del que habría sido nuestro particular "finde coreano". Mas la casualidad hizo que, justo ese día, viniese a entrenar un equipo de jóvenes coreanos a las mismitas instalaciones deportivas, ejercitándose justo en el vaso contiguo al que nos encontrábamos nosotros chapoteando. Qué menos que un curioso cierre...

환상적 이었다

domingo, 18 de enero de 2015

The Babadook

 

Marchamos ayer a visionar The Babadook, película a la que me iba a enfrentar con grandes expectativas: que si la película más aterradora, que si una de las mejores películas de terror en años, que si un filme inteligente... Vamos, una retaíla de elogios que podían ser justificados o, como en muchas ocasiones, una nueva ida de olla de la crítica ensalzando un producto más que cuestionable. Afortunadamente, entraría en la primera sección.

The Babadook parte de una sencilla premisa: explorar e indagar en el ya conocido mito del "hombre del saco", personaje acercado al mundo el celuloide en la última década de manera más o menos acertada, con ejemplos como la deplorable Boogeyman, la irregular The Tall Man o la perturbadora Sinister, por poner algunos ejemplos. Pero, acá, la directora Jennifer Kent va un paso más allá y lo utiliza para llevarnos a una exploración de la mente y el miedo a través de unos personajes que, dicho sea de paso, están interpretados de manera sobresaliente. Essie Davis (Amelia) se sale y Noah Wiseman (Samuel), a pesar de algún momento de sobreactuación, está casi impecable.

Para ello, la directora nos adentrará en una historia que aparentemente está imbuida en lo sobrenatural (podríamos hablar de presenciar una película más de casa encantada), pero que indaga con pulso fuerte en el terreno del terror psicológico, que es donde realmente radica su fuerza. De hecho, quizás un defectillo (y ya es para ser meticuloso) es que, hacia el final, se deja llevar más hacia el campo de lo sobrenatural cuando, realmente, al filme no le hacía ninguna falta.

Ayudada de una saturación baja (aumentando así el componente gris durante prácticamente todo el metraje), dejando zonas de oscuridad en numerosos encuadres y cerrando el campo de visión con la cámara, la directora consigue fabricar una atmósfera de desasosiego brutal, fomentando, de esta manera, la creación de una tensión en el espectador que le acompañará a lo largo de toda la película. Tensión que irá ampliandose con el resquebrajamiento psicológico de la protagonista y que, sin duda, es un de los puntos fuertes de la película.

Sí, mis cuates, afortunadamente no es la típica película aderezada de múltiples sustitos que vienen acompañados de la consabida subida de volumen en la banda sonora. No, Babadook no es nada de eso. Es un macabro cuento infantil que se convierte en un perturbador cuento de terror adulto que fluctúa con acierto en una buscada ambigüedad. Una ambigüedad que ofrecerá no sólo un babadook, sino dos o, quizás, hasta tres.Tal vez  sea esa la razón de que llame tres veces: Ba-Ba-Dook-Dook-Dook. Un nuevo acierto. Porque el terror puede venir de lo sobrenatural, pero también (y esto es lo que la hace más interesate), de la debacle anímica y mental. The Babadook es dolor, angustia, pérdida, inestabilidad, ingredientes suficientes para que el mundo se desmorone a tu alrededor. The Babadook es el monstruo, es el miedo, ese que vive en el armario, ese que habita en lo más recóndito de tu interior.

En definitiva, un terrorífico cuento cinematográfico que sí que hay que dejar entrar...

jueves, 8 de enero de 2015

Volviendo a pedalear

 
Llega Enero y toca estrenar regalicos de Reyes. Entre ellos, unas zapatillicas para el spinning. Así que, bueno, ahora ya podré pensar en la canción de los F. A. N. T. A. y tararear aquello de:

Le gustaba ir en bicicleta. Como yo, era fan de Lejarreta
Cada día a las 7 y media salíamos a pasear.

Yo me adelantaba a mis rivales
Para que bebiera en las metas volantes
Para conquistar así a su corazón.
 

jueves, 1 de enero de 2015

¡Feliz Año Nuevo! Feliz Anyo Nuevo! Feliç Any Nou!


Se dice que, cuando comienza el año, se establece algún que otro propósito.
Quizás, para Entre Yuca y Palma, sería el de volver a darle cierta actividad.