jueves, 30 de agosto de 2007

Miércoles de sorpresa

Hacía tiempo que no elaboraba mi día de la sorpresa. Por esta razón, el Miércoles pasado fue el día señalado para llevar a cabo mi acción. Me acerque al establecimiento y compré siete llaveros-pito: seis para regalar y uno para mí (es la tradición, el quedarme uno de recuerdo). De esta manera, a las primeras seis personas conocidas que me encontrase (sin contar compis de piso o de currele), les regalaría uno de estos extraños objetos (tres osos y tres mariquitas). Lo curioso fue que se extendió también al Jueves.


Osos y mariquitas. Son llaveros, pero también pitos... ¡Genial!

El Miércoles hasta la noche no tuve la ocasión de poder hacer entrega de estos pequeños presentes. Los primeros en recibir fueron Josepo, Bea y Cristina, con quienes había quedado para programar la travesía. Seguidamente, vino el turno de Eva, con quien hubo que dar marcha atrás en nuestra cita cinematográfica...

Aún quedaban dos por entregar. Fue el Jueves que quedé con Cuco para vernos un ratillo. Estaba en Barrio Sur con Estell y con Anita. La primera se fue, así que, como ya sólo quedaban dos, pude realizar mi entrega.

En esta ocasión fue extraño, y es que, por primera vez, no me encontré a nadie por la calle para entregarle un osito o una mariquita sonora. Una vez más, observar la cara de sorpresa fue mi mayor recompensa e ilusión.

Besos

miércoles, 29 de agosto de 2007

Viaje a Colombia - Tercera parte

Hola mis chamaquit@s,


Esta nueva entrega va dedicada casi unica y exclusivamente a la manera de conducir por carretera en Colombia. Tomo el ejemplo del trayecto vivido ayer desde Melgar (sitio donde hace un calor del carajo), a Bogota.


Con parte de mi family (más el Drac y una quillica de allá) en Melgar, población donde los zancudos me masacraron vivo

Primero, un trancon {atasco) del carajo, pero sin que nadie supiese a que se debia. Ese fue uno de los Expedientes X que ocurren en estas tierras.

Despues, sucedio lo que aqui se llama contraflujo, es decir, dejan la carretera en una sola direccion. Gracias a ello, teniamos todos los carriles en direccion Bogota. Es fantastico, de veras. Es un gran invento.

Antes de ascender, pude observar como un tipo convertia dos carriles en tres. Supongo que la carretera se le quedaria pequeña. Seguidamente, observe atonito a dos conductores de carros [coches) pasarse comida de una ventanilla a otra, hasta que de nuevo... trancon. Ahi parados, se bajo un conductor al coche de delante a hablar un rato... Todos los carriles en marcha y ellos charlando... Buf, tremendo...

Llegamos a los tres carriles, y una especie de alocado Pablo Montoya iba adelantando cruzandose de carril a carril, sea en recta, curva... y encima lloviendo a cantaros. Ah, que decir que la linea continua no tiene validez alguna. es como si no existiese. Y adelantar en curvas, aun cuando no haya contraflujo es el deporte nacional preferido.

Asimismo, nos cruzamos con un coche lleno de platanos [imposible que el conductor viese algo) que iba a 30 km x hora por el carril de la izda. Obviamente lo adelantabamos todos. Tambien un taxi con siete personas dentro, una moto con tres pasajeros y un coche que parecia ir a pedales de lo lento que iba. Ah, y lo que ya fue el colmo es lo de la familia... Una familia cruzando caminando, mirando a las mariposas, tan panchos, por en medio de la carretera. Increible, de veras.

Me dejo mil vainas [cosas), pero no quiero mandar un mensaje excesivamente largo. Este es el nuevo deporte de riesgo mundial. Paracaidas, puenting, barrancos... y conducir por Colombia.

Besos para tod@s

El Pibe

PD. Nueva entrega desde Cali, si puedo... Hoy marchamos para alla de nochecita

Travesía: Gabardito - Lizara - Gabardito. Segunda etapa

Desayunamos temprano, a las 7:15. Durante éste, se nos unen el señor de nuestra habitación y la linda francesa ciclista de la noche anterior. Para nuestro gusto y panza, es escaso, pero es lo que hay, así que poco podemos hacer. Partimos y pronto, y aunque voy a ritmo lento, me alejo de Bea y Josepo. En seguida, cojo al hombre de nuestra habitación y hablo un ratillo con él, aunque también quedará detrás. Al llegar a un punto, decido ponerme la crema de protección solar y dejarla en medio del camino, junto con una nota, para Josepo y Bea. Es en este momento que el hombrecillo de la habitación vuelve a pasar a mi lado. Mientras me extiendo la crema y escribo la nota veo a Josepo a lo lejos, así que le espero: “Quillo, que me voy a ni ritmo. Nos vemos en el Collado de Secús”…

En este punto, aprovecho y me pongo la cremita


El hombre está lejos, pero al llegar a un refugio le alcanzo. Miro un poco más adelante y están los dos quillos del día anterior, así que apresuro la marcha y les saludo. Camino unos metros con ellos. Por desgracia ellos van hacia Estanés para dar un rodeo hasta llegar a Gabardito, así que no podré marchar con ellos. Sigo mi camino en soledad, así que decido que será bueno reconstruir los mojones que se han caído en esa noche de lluvias y tormentas. A pesar de ello, mi ritmo es rapidillo y llego al pie del Secús bastante pronto.

Sarrios posando


Allá, decido esperar al hombrecillo-compañero-de-habitación. Iniciamos juntos el ascenso, pero no aguanta mi ritmo… ¡Jolines! En un pis-pas llego al pico. Al ratillo, el quillo. Será él quien nos haga una foto a Luchito y a mí en el Puntal de Secús. Nos damos la mano: “Encantado de conocerte. Que vaya muy bien”. Un nuevo ser conocido por el mundo…

Con Lucho en el Puntal de Secús. Foto realizada por el compañero de habitación y de ruta


Desciendo y espero sentado la llegada de mis compinches de travesía. Al rato aparecen, pero he de bajar a buscarles porque no entienden lo que les digo a grito pelado. Así que, de nuevo, para arriba, aunque en este caso sólo hasta el Collado.

Josepo en la nieve...


Llegamos e iniciamos la bajada. La marcha es lenta, muy lenta, y aún así les saco distancia. A esa velocidad el itinerario marcado no termina nunca. Un porrón de marmotas, y una que me da un susto de espanto. Mi corazón, por los aires ¡Buf! Casi muero del susto, carajo. Josepo se ríe, y los tres seguimos avanzando. Yo voy por delante, marcando el camino, hasta que ya se ve claro: un sendero bien definido se divisa a lo lejos. Ya no hay pérdida, pienso, así que es la hora de coger mi ritmo. “Josepo, me marcho a mi ritmo, que yendo tan lento me canso mucho”.

Acelero, y pronto me alejo. Sigo solito, a toda velocidad. Al fin, Gabardito. Me siento a la sombra y, al rato, llega uno de los dos quillos que se dirigían a Estanés. Seguidamente, el otro. Otra vez la envidia, jajaja… ¡cervecita fresca! Pues nada, a leer se ha dicho. Las letras van entrando en mi cabeza y el tiempo pasa deprisa. Por fin, una hora más tarde (casi), llegan Josepo y Bea. Dos coca-colas y un agua de litro y medio. Descanso a la sombra y después para Hecho. Son las 18.30, a esa hora comemos. Es una pena, Zaragoza ya no está tan lejos…

Gracias, Josepo y Bea, porque fuisteis una compañía cojonutta ¡Anda que no noslo pasamos bien ni na’!”

martes, 28 de agosto de 2007

Travesía: Gabardito - Lizara - Gabardito. Primera etapa

Como suele ser costumbre, el plan original no podía hacerse. La ascensión al Taillón quedaba relegada para otra ocasión puesto que el refugio de marras estaba ocupadísimo de la muerte. Así que, casualidades de la vida, un recorte de periódico tomado una noche que cené en la Birosta con Cuco y Belén, nos proporcionó un nuevo destino: Gabardito.

Hacía un poco más de año y medio que no pisaba esas tierras de Hecho. Fue el momento de descubrir que Puente de la Reina es el pueblo más feo del mundo mundial, de revelar que existía un pueblo llamado Jamiroquai (Javierregay), de comprender que, definitivamente, debía de dejar el trabajo en que me encontraba (y no por estar mal, sino porque no me dejaba tener la vida que yo quería). Y, este fin de semana, estaba yo otra vez por allá. Era un viaje muy distinto, un desplazamiento que nos llevaría de Gabardito a Lizara para llevar a cabo una travesía de dos días.
Bea, Josepo, Lucho y yo en el Refugio de Gabardito

La llegada fue tardía: casi las diez de la noche, mas dentro de una hora prudencial. La cena, rápida, precedía la temprana marcha a la cama. Había que madrugar: el desayuno era a las siete, y el inicio de la primera etapa tenía que ser a primeras horas de la mañana.

Amanecía nublado. El cielo enseguida dejó caer unas gotas que, afortunadamente, no nos llevaron al desánimo (al menos a mí). Desayunados y preparados, comenzamos una marcha que pronto tuvimos que detener, pues la lluvia empezaba a mojar nuestro cuerpo y nuestras ilusiones: el ascenso al Bisaurín empezaba a desvanecerse de nuestro pensamiento. Chubasqueros, ponchos, fundas para la mochila… guarnecían de la lluvia a nuestras vestimentas y, sobre todo, al material que llevábamos. Afortunadamente, el Sol volvió a brillar por detrás de las nubes y la lluvia no volvió a hacer acto de presencia.
Ascendiendo hacia el Collado de lo Foratón. ¡Esa Bea!

La caminata era lenta. Bea no estaba en sus mejores momentos y le flaqueaban las fuerzas. El miedo a las vacas la atenazaba y el cansancio empezaba a apoderarse poco a poco de ella. Así, los tres íbamos dirección al Bisaurín, primer objetivo de nuestra etapa. A la hora y media, parada técnica. Aquí, tras los sobaos y el trago de agua, decido que seguiré a mi ritmo, así que cojo el turbo y comienzo a ascender rápido hacia el Collado de lo Foratón. Enseguida llego, así que he de atacar solo la subida al Pico. La pendiente es pronunciada, pero estoy con fuerzas. A mitad, cojo a dos quillos, y uno de ellos se une a mi ritmo. Hablamos mientras subimos y, juntos, llegamos al pico. Allí firmo en el “libro de visitas” y, al rato, llega su amigo. Seguidamente, una quillita que inició el ascenso a la vez que yo, y me hago las fotos con Lucho. Espero y espero… y éstos que no llegan. Aparece una pareja. Les pregunto: - “¿Habéis pasado a una pareja?”. – “No”, responden al unísono. ¡Merde! Así que decido empezar a bajar.

Luchito y yo en el Pico del Bisaurín. Hacía fresquete allá arriba...

A mitad de descenso… ¡Josepo!: - “Sube conmigo, si no te importa, otra vez”. – “Venga, te acompaño”. Y subo por segunda vez el Bisaurín.

El Castiello d'Acher desde el Bisaurín. Los colores son bonitos del carajo

Allá, dos quillos. Hablamos con ellos, nos dan una oliva (se me antojó, que le vamos a hacer), y hablamos del placer de beber una cerveza bien fría al llegar al destino. Bueno, me estoy congelando. Vamos para abajo. Reincorporamos a Bea y llegamos al Collado de nuevo. Descansito de rigor. Ya sólo queda llegar a Lizara. De nuevo cogeré mi ritmo: caminar rápido y corretear de vez en cuando. En un pis-pas llego al refugio. Al rato, los quillos de la aceituna. Los muy cabrones sacan sus cervezas. –“Cabrones, que me dais envidia”. –“Tómate una con nosotros”. –“No, que si no me tomaré otra con mis compinches e igual me caigo redondo”. Al rato, por fin, llegan Josepo y Bea. La cerveza es una buena recompensa a la caminata del día. Y, por todos los dioses del Universo, aseguro que estaba bien fría.

El refugio de Lizara es como un hotel en el que compartes la habitación con gente. Ducha en la habitación. Limpitos podemos descansar tranquilos ¡Eso es un lujo! Casualidades que dan alegrías: Voy a tender la toalla y, justo, al mirar por la ventana, veo a Pilara. -“Pilar, Pilar”. Chillo. Y bajo corriendo. Allí está, con Pedro. ¡Buah! ¡Que alegría! La ilusión es tremenda y le da más colorido al día. La cena, bien rica: sopa de letras y salchichas. Al rato, conocemos a una francesa que está de travesía transpirenaica con su velocípedo: esa quilla si que vale, carajo… Buenas noches. La habitación queda en silencio. Bea, Josepo, un señor y yo dormiremos mientras la lluvia golpea incesante el tejado que nos protege de las inclemencias del tiempo.

martes, 21 de agosto de 2007

Estos maricones...

Teología / 1

El catecismo me enseñó, en la infancia, a hacer el bien por conveniencia y a no hacer el mal por miedo. Dios me ofrecía castigos y recompensas, me amenazaba con el infierno y me prometía el cielo; y yo temía y creía.

Han pasado los años. Yo ya no temo ni creo. Y en todo caso, pienso, si merezco ser asado en la parrilla, a eterno fuego lento, que así sea. Así me salvaré del purgatorio, que estará lleno de horribles turistas de clase media; y al fin y al cabo, se hará justicia.

Sinceramente: merecer, merezco. Nunca he matado a nadie, es verdad, pero ha sido por falta de coraje o de tiempo, y no por falta de ganas. No voy a misa los Domingos, ni en fiestas de guardar. He codiciado a casi todas las mujeres de mis prójimos, salvo a las feas, y por tanto he violado, al menos en intención, la propiedad privada que Dios en persona sacralizó en las tablas de Moisés: No codiciarás a la mujer de tu prójimo, ni a su toro, ni a su asno... Y por si fuera poco, con premeditación y alevosía he cometido el acto del amor sin el noble propósito de reproducir la mano de obra. Yo bien sé que el pecado carnal está mal visto en el alto cielo; pero sospecho que Dios condena lo que ignora.

Eduardo Galeano, El libro de los abrazos


Teología / 2

El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, a la hora de los rumores mágicos, entre la caída del Sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano, El libro de los abrazos

lunes, 20 de agosto de 2007

Cita

La sociedad se basa en la agresión, en el afán de adquirir, en el sentido de predominio del uno sobre el otro, etc., -el sistema cultural. Hemos aceptado esa moralidad, vivimos de acuerdo con ese patrón moral, lo aceptamos como cosa inevitable, y así se ha convertido en hábito. Cambiar este hábito […] sólo es posible cuando comprendemos la naturaleza del miedo.

Uno tiene entonces que comprender la naturaleza del pensamiento […] No sé lo que va a pasar mañana. Podría perder el empleo, no sé, cualquier cosa puede pasar. Así que tengo miedo del mañana. Es el pensamiento lo que ha producido el miedo. Dice “podría perder mi puesto, mi esposa podría abandonarme, puede que esté solo, tal vez tenga aquel dolor que tuve ayer, etc.”. El pensamiento, el pensar sobre el mañana y tener la incertidumbre del futuro crea temor […]

Se tiene miedo a la muerte, ese miedo a la muerte es el hábito, la cultura en que nos hemos criado.

Este mundo está tiranizado por el miedo, y este es uno de los más monstruosos problemas que tiene cada uno de nosotros […] Cuando uno vive en el temor, vive en tinieblas. ¡Es una cosa terrible! Lo percibe uno, pero no sabe que hacer con él; con el miedo a la vida, el miedo a la muerte, el miedo a los sueños.

KRISHNAMURTI, La libertad interior


sábado, 18 de agosto de 2007

Viaje a Colombia - Segunda parte

Bueno, bueno, chamaquit@s, seguimos con las cronicas desde Colombia Conection.

En el Museo de Botero...


Como comente, vimos el Museo de Botero y el Museo del Oro. El primero, fantastico, con obras muy famosas de este afamado artista, tanto pictoricas como en bronce. Ademas, hay obra comprada de otros artistas, entre ellos Picasso, Miro, Matta, Wifredito Lam... El segundo, impresionante, con trabajos en oro de diferentes departamentos de Colombia. Los oros mas famosos, los trabajados por los Quimbayas. Ah, pero eso no es todo, hay un par de esculturas de San Agustin... Sin palabras, quill@s.

Cultura de San Agustín en el Museo del Oro (con Drac y mi tía Trulis)


Tambien hemos salido de Bogota. Estuvimos en Tunja, una ciudad fundada en 1539 con unas iglesias muy bonitas. Pero, lo mas caracteristico, jajajajaja, es la Calle de la Pulmonia. Esta habitada por pinguinos y esquimales, jajajaja, porque hace un frio del carajo. En serio, un frio aterrador, y nada mas voltear la esquina, temperatura apacible.
Eso es un autentico expediente X.

Tunja

De camino, paramos en el Puente de Boyacá, que conmemora la decisiva batalla del 7 de Agosto de 1819, cuando se expulsa a los españoles. Obviamente, cayeron algunas puyas hacia el Drac, jejejeje.

Puente de Boyacá

Por la tarde noche, en Villa Leyva, con una plaza colonial inmensa. Estuvimos tomando guarito, conocido tb. como aguardiente. Coincidio que era el 60 aniversario de un colegio de alla, asi que hubo fuegos artificiales, mariachis y baile... como no, acabo en pelea de pelaos...

La Plaza de Villa de Leyva

Otra villa que visitamos fue Chiquinquirá, donde tomé otro plato típico de allá pero de cuyo nombre no me acuerdo.

Os dejo ya. Seguire con las cronicas en otro momento, no se si antes o despues de ir a Cali.

Ah, y ya os contare como se conduce aqui. Las lineas en el suelo no tienen funcion alguna. Da igual que sea linea continua o discontinua. Aqui es una locura, quill@s. Intente grabarlo en video y todo para que quedase constancia de semejante locura automovilistica.

Besos para tod@s

jueves, 16 de agosto de 2007

El Bicho - Entiendo

Y como la estoy escuchando ahora, la escribo...

Entiendo lo mismo que hace un tiempo, lo mismo

Si yo siento lo mismo que hace un tiempo, lo mismo
Y si siento lo mismo yo puedo estar sintiendo... lo mismo
Siento lo mismo, lo mismo de siempre yo siento lo mismo
Y un día nos veremos como extraños,
como extraños que miran, te inventarás mi vida,
Te inventarás mi nombre y al pasar nos veremos
Y al pasar nos veremos como extraños...
Como el pasar del tiempo mira, mira...
¡Olé y el toro mata al torero!
Extraño la tristeza
del dolor y a cambio sufro por tus penas
Que al cambio es la mitad de lo que siento, tristeza.
Dame tu falsa alegría, dame tus tantas rarezas,
Que al cambio es la mitad de lo que siento
Entiendo lo mismo que hace un tiempo, lo mismo
Si yo siento lo mismo que hace un tiempo, lo mismo

Premonición

No sé si ha sido por los últimos acontecimientos vividos o si porque ya tocaba tener de nuevo una de esas premoniciones que tengo al despertarme y que se cumplen de inmediato.

Hoy, nada más despertar, lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido Perú. Y, no sé porqué, he pensado que había ocurrido un desastre natural, pero no sabía cual. Pensé en un terremoto o unas grandes tormentas con inundaciones...

Me he duchado, me he vestido y he preparado el desayuno. Así, he marchado al salón y he encendido la televisión para ver si había noticias. Asombrado, visualizo y escucho: recibo la noticia de que un terremoto ha azotado Perú. ¡Joder! No puedo evitar la preocupación, aunque sé que estará bien.

martes, 14 de agosto de 2007

Cuco y Drácula

Hoy me llamó Cuco, y lo hizo desde el Castillo de Drácula. Yo iba en el autobús y se me quedó la mirada vidriosa, perdida en el infinito. Estaba emocionado, tan sólo por ese gesto. Allá estaba él, queriendo compartir ese momento conmigo, ese preciso instante de su vida en el que me hacía a mí presente.

GRACIAS CUCO

domingo, 12 de agosto de 2007

Viaje a Colombia: Primera parte

En esta ocasión, vuelvo a rescatar mensajes del pasado, puesto que, aunque se trate de un suceso que ocurrió hace dos años, está siempre presente en mi interior. Se trata de mi viaje a Colombia, un punto de inflexión en mi vida. Un viaje que espero que se repita en breves, en cuanto pueda, porque para mí es muy importante volver a mi tierra. Algunos/as, ya leeríais mis aventuras por esa linda y querida tierra, mas otros/as no pudisteis conocer esa particular visión que mis palabras otorgaron a tan precioso país. Por ello, hoy comienza una aproximación de lo que fue mi periplo colombiano. Quizás, añada alguna cosilla (que quedará reflejada con una tipografía distinta), que en aquellos momentos quedó sin ser reflejada, y es que, desde allá, la escritura era breve, rápida y concisa.

El viaje en avión fue corto, a pesar de las ocho-nueve horas que permanecimos en él metidos. Ya, allí, el Drac y yo conocimos a algunas personas: uno iba para Cali, otro (paseándose en calcetines), no recuerdo muy bien su destino. Recuerdo que la emoción recorría todo mi cuerpo, y fue apoteósico cómo el júbilo de los pasajeros llevó a la ovación y los aplausos en cuanto el avión tomó tierra.

Yo nunca había visto a mi familia, excepto por fotos o la cámara del Messenger. Era nuestro primer encuentro, sin contar a mi tía Amparo y mi abuelita Zeneida, quienes sí habían visitado ya, en alguna ocasión, España. Así que este viaje llevaba consigo poner en contacto a seres tan alejados en el espacio. Family, si meto algún gazapo, corríjanme, por favor. Así viví aquellos maravillosos días:

Hooola chamaquit@s,

Pongo @ porque no se poner la barra diagonal con este teclado, pues ya sabeis que odio este sistema al escribir. Asimismo, no hay acentos porque tampoco se ponerlos, jajajajaja. Si, soy un poco torpe.


Bogotá

Os escribo desde Bogota, por fin, una ciudad que me tiene encantado. Es inmensa, ni mas ni menos que 8 millones de habitantes, y tiene toda clase de medios de transporte. Existe el minibus, conocido como cebollero, tambien el precebollero, un poco mas grande. Pero, algo que nunca habia visto es el transmilenio, un autobus que cumple la funcion de metro.

El tiempo en la capital es genial. Es una especie de otoño durante todo el año. Por el día se puede ir en manga corta; pero, en cuanto se acerca la noche una chaquetilla no viene nada mal, la verdad. Vamos que es la temperatura idónea para vivir, al menos para mí.

La Sabana de Bogotá está bordeada al este por una cadena montañosa en la cordillera Oriental de los Andes. Los cerros determinaron su crecimiento de sur a norte, paralelo a los montes tutelares Guadalupe y Monserrate. El límite occidental de la ciudad es el río Bogotá; el del sur, las estribaciones del páramo de Sumapaz, y al norte Bogotá se extiende por la Sabana hasta Chía y Sopó.


Bogotá colonial

Hoy hemos paseado por la Bogota colonial, que es preciosa. Es una parte muy colorida con pequeñas casas, muchas de ellas con sus balcones y miradores. Los edificios hermosos, pero, quill@s, dentro de ella un edificio racionalista declarado BIC maravilloso. Casi muero al verlo, jejejeje. Mañana iremos al museo del oro y pasado al de Botero. Ya se que os doy envidia, pero que le voy a hacer.


Ese edificio racionalista del carajo...

Y lo mejor, lo que mas alegria me ha dado, lo que cada segundo que pasa me hace sentir mas feliz, es que por fin he conocido a parte de mi famila. Ay, es fantastico. Son unas personas maravillosas, encantadoras. Solo de pensar que en unos dias quedaran aqui y yo partire de nuevo a España, alejandome de ell@s, hace que me den ganas de quemar el billete de regreso, jejejeje.

Si no recuerdo mal, al salir del aeropuerto, estaban esperándome mi tía Amparo ¡esa Trulis!, Monica (mi súper primi), Felipe (ya rumbearemos juntos, ya) y Milena (muy guapa de blanco, quillita). Al llegar a casa, lo primero que me entregó Felipe fue una pulsera y, desde entonces, aún la llevo puesta. Está estropeadilla la pobre, pero, bueno, aún resiste. Allá estaba Juan Antonio (Monserrate está presente) y, más tarde, hizo acto de presencia Rodrigo (demasiado ocupado esos días, quillo). Al día siguiente, a comer helados… se viene Gabriela (bien linda mi primi), y pasamos la tarde. Así, por fin, ya había conocido a mi family afincada en Bogotá.


Con Moni y Feli

Y como no, cita para la reflexion desde Colombia, de la montaña del alma de Gao Xingjian

”Joven, no es la naturaleza la que causa espanto, sino el propio hombre. Te bastara con familiarizarte con la naturaleza y ella se acercara a ti. El hombre, si es inteligente, por supuesto, es capaz de inventarlo todo, desde las calumnias hasta los bebes probeta, pero al mismo tiempo extermina a diario dos o tres especies en el mundo. Este es el gran autoengaño de los hombres”.

Ah, por cierto, que rica esta la comida tipica de aca. Yuuuuuummm, me lo como todo.

Lo de la comida, no tiene nombre. Allá nos pusimos las botas. Al segundo día (sin contar el de la llegada), fuimos a comer a un sitio a las afueras de Bogotá. Fue el primer acercamiento a la comida de allá. Ese día probamos la yuca, las arepas, la papa criolla, las arepas de choclo, la gaseosa colombiana, el platanito frito… un festival culinario de muy señor mío. Días más tarde, en Bogotá, me papee toda una pedazo de bandeja paisa: frijoles, platanitos, yuca, arroz, chorizo, carnecita, chicharrones… llevaba de todo ¡mamma mía que platazo! Buah, no tengo palabras para describir semejante manjar. Ah, y más adelante probé ajiaco, sopa con pollo y maíz. Yuuum.

Y ya me despido

Besos a tod@s y mucho cariño

We are one

sábado, 11 de agosto de 2007

Uno, dos, tres...


Uno, dos, tres... un perro ladraba al revés. Cogió sus orejas y las regaló. Bajó su rabito, luego lo envolvió. Pasó una noche, un mes, llegó hasta los seis. Uno, dos, tres... un perro murió.

Uno, dos, tres... un perro ladraba al revés. Marcó territorio y el pis deslizó. Olió con descaro, luego se esfumó. Pasó una noche, un mes, y un año también. Uno, dos, tres... un perro murió.

Uno, dos, tres... el perro murió. Ladró de repente y luego voló. Guardó su silencio, luego se paró. Pasó un día, un mes, quizás hasta dos. Uno, dos, tres... un gato maulló.

Uno, dos, tres... el gato dormía al revés. Soñó que era el rey y bien se alegró. Vio al fondo su trono, luego se sentó. Ya no pasa el tiempo, atrás se quedó. Uno, dos, tres... el perro ladró.

Uno, dos, tres... ladrido de perro que suena y se ve. Soñó que era gato, después que era rey. Marchó de repente, tenía ajedrez. Y el tiempo que pasa, lo hace con desdén. Uno, dos, tres... el perro ladraba, el gato también.

Uno, dos, tres... ladrido de gato, camina al revés. Pensó en un cangrejo, maullidos también. Colgado del cielo, miraba sin ver. El tiempo se para, la sangre en la sien. Uno, dos, tres... se inicia partida ¿jugarás vos también?

Me convertí en un Simpson...

Cómo no, yo también tenía que simpsonizarme... ¡Mosquis!

viernes, 10 de agosto de 2007

Al otro lado de la Galaxia

Al otro lado de la Galaxia,

y yo viéndote.

Al otro lado de la Galaxia,

y yo impotente.

Al otro lado de la Galaxia,

y yo sin poder comunicarme.

Al otro lado de la Galaxia,

quizás esperaba unas líneas,

obviamente no a mí dedicadas,

pero sí por ti pronunciadas.

Me estoy perdiendo tanto

en este momento presente,

que clava profunda la espina

y así es como más me duele.

jueves, 9 de agosto de 2007

Pirineos Sur: Tercer fin de semana

Se aproximaba el fin de semana y yo tenía claro que Sallent estaba esperándome. Así que, mientras volvíamos de la travesía llamé a “Gazpacho” para saber cómo iba a subir. Mi coche estaba en el taller, así que la opción estaba entre él y Josepo. “Pues tengo el coche en el taller”, me salta al otro lado del aparato. Buf… no podía creerlo. “Bueno, luego llamo a ver si el mío está reparado y nos subimos con él”. Efectivamente, mi coche había salido bien de su arreglo y estaba disponible. Vuelvo a llamar a “Gazpa” un par de horas más tarde: “Tío, ya tengo coche, que lo he sacado del taller”, me suelta alegre. ¡Cojonutto! El Viernes a las 16.30, “Gazpachín”, Javi, Faty y yo partiríamos rumbo al Pantano de Lanuza.

Llegamos, montamos el súper Palacio-tienda de Gazpacho, mi tienda para Javi y Faty, y decidimos que empiece la juerga. Llevamos musiqueta, aunque al principio no hace falta: tenemos a un grupo rumbero pegando alaridos. Nos tomamos un yogurt, que procede de Turquía no de Grecia (homenaje a una lindísima quilla que va a dar clases de turco), y lo pasamos de miedo. Las risas se mezclan con los ronquidos de “Gazpachín” (creo que es el hombre más dormilón que conozco), quien sólo despierta para reír, y en un momento dado tenemos que comer como jabatos antes de marchar a dormir.

El día siguiente comienza como ya es costumbre: bañito en el Pantano. Por la tarde, llegan Cuco (quien lleva mi entradita para el concierto), Josepo (un oso libre) y Bea. Visita a Sallent, arroz con pollo y vuelta otra vez. Ya es la hora del concierto. Cuco y yo vamos para allá. Se supone que al resto lo veremos en la Carpa Dance.

Llegamos y, sobre el escenario, está Oumou Sangare, imponente ella. La verdad es que su música invita al baile y, además, se aprecia que lleva una fuerte lucha por los derechos de la mujer, pues realiza varios comentarios entre canción y canción. Bailamos, aplaudimos, refrescamos nuestras gargantas… Y llega el turno de Toumani Diabaté, “el rey de la kora”, jejejeje. El concierto es bueno, pero ralla demasiado; es decir, cuando tocan todos juntos el baile está asegurado, mas se pierden en numerosos e incansables solos que parten el desarrollo del espectáculo musical. Habría sido mil veces mejor si no se hubieran dedicado a mostrar una y otra vez lo virtuosos que son con sus instrumentos. Aún así, conciertito de lujo, lo aseguro.

“Gazpacho”, Javi y Faty, al final no irán a la Carpa Dance, y Josepo y Bea se han ido hasta Sallent en un arrebato de ¿locura? Así que nos quedamos Cuco y yo bailando. Por fin llegan nuestros compinches caminantes y al rato, Cuquito marcha a dormir. La fortuna hace que nos encontremos de nuevo con mi mallorquina favorita ¡esa Neus! Así que pasamos toda la noche con esta quilla linda y su compinche, hasta que Josepo y Bea deciden ir a dormir. Termina la música, ya sólo queda la rave y yo no pienso acudir. “Buenas noches, quillita, nos vemos por Zaraguaya”

El bañito dominical se alarga: los colchones en el agua son una delicia. La comida es muy informal y el café nos despedirá. Regreso con los osos, con más tranquilidad. Javi, “Gazpa”, Cuco y Faty, marchan ya. Pirineos Sur cerraba una nueva edición llena de locura y diversión. Tres fines de semana y tres grupos de gente diferente. Tres fines de semana y gente diferente con quien bailar en la carpa.

Gracias a todos/as por haberme hecho disfrutar tanto estos días de festival.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Lucho: no soy el hombre del tiempo


Hola chamaquitos,

La verdad es que no entiendo nada. Hace unos días hacía tanto calor que la gente (como podéis apreciar en la foto), tenía que refrescarse en las fuentes de la ciudad. Bárbaro ¿no? Y hoy, sin embargo, veo a las personas en pantalón largo e incluso con finas chaquetas.

El tiempo está loco... ¿Qué estará pasando?

lunes, 6 de agosto de 2007

Whisky Romeo Zulu


Hoy era tarde de cinema. Ya estaba hablado y tan sólo esperaba la llamada de Belén para saber a qué hora y dónde quedábamos. Tras hablar con ella y Cuco, lo único claro era que quedábamos a las 19.30 en los Renoir. La película, ya lo decidiremos. Tras un rato de indecisión, la elección la tendrá una moneda. Salió “cara”, así que Cervantes nos indica que estaremos en la Sala 1.

Whisky Romeo Zulu es la matrícula de un avión que se estrelló en Argentina. La película está basada en hechos reales y, la verdad, es que está muy interesante. De hecho, hay momentos en que la tensión hace acto de presencia en el cuerpecillo. La historia central, que expone la investigación sobre la posible manipulación de datos y la precaria condición de los aviones de una empresa argentina (hecho que lleva al accidente del accidente del avión), se mezcla con una historia de amor, un amor (o más bien desamor), que se traslada desde la infancia al momento presente. Dos historias que, poco a poco, se van juntando, para pasar a formar parte de un mismo transcurso de acontecimientos.

Mientras transcurre la película, vuelves a percatarte de que, y da igual el ámbito, el dinero es lo que manda. Su supremacía es tal que está por encima de la vida del ser humano, está por encima de todo. Lo importante es ganar más y más platita, y lo que pase qué carajo importa. ¡Sin remordimientos, como debe ser!

domingo, 5 de agosto de 2007

Cita

Demasiada casualidad: la conversación de ayer con Cuco y un reciente Blog encontrado hacen que rompa la "ley de las citas", pues regreso a un libro que ya había quedado atrás. Se trata de aquel de Anaïs Nin que ya apareció por este majadero espacio: Ser mujer (In favor of the sensitive man and other essays)

Como dijo D. H. Lawrence con mucha razón: “No necesitamos más hijos en el mundo, necesitamos esperanza”.

Besos

Siempre con el poder

sábado, 4 de agosto de 2007

Días de Vino y Rosas

Toca el turno de una de mis debilidades: Días de Vino y Rosas, grupo donde tocaba el Juan de Amaral y con el que tengo una espinita clavada por dejarnos con la miel en los labios. Y es que su segundo disco era esperadísimo… Se disolvió la formación y el disco, que estaba ya grabado, no salió a la luz. Nos dejaron sin esa joyita que debía de ser su segunda grabación y ya sólo quedan recuerdos de esas nuevas canciones que tocaban en los conciertos. Pero, bueno, conservo con cuidado el vinilo de su disco, de esa maravilla que, en un momento dado, deja que suene en el aire Dulce de Lis.

Esta primera entrada no sé de que año es. Fue en la desaparecida En bruto, pero poco más puedo recordar.

Como segunda aportación, la fotocopia de una entrada de un concierto que nunca tuvo lugar. La lluvia inundó la carpa y se suspendió. Devolvieron el dinero si entregabas la entrada, de ahí que sea fotocopia (hoy, me habría quedado la entrada, jejeje).

De nuevo en la En Bruto. No sé el año tampoco…

En el Centro Cívico Delicias, allá en 1993, con más grupos: Las Novias, Los Combays (a quienes producía un profesor de mi instituto), y Club eléctrico (no recuerdo na’ de na’ de este grupo).

Otra vez en el Centro Cívico Delicias. Muchas canciones de su “segundo disco” (que bueno habría sido). Fue el año 93 y recuerdo que conocí a una quilla que se llamaba ¿Teresa? porque le pedí un cigarro para un amigo. Del concierto al Limbo, donde pasamos la nuit de diversión juntos… Joder, mira que venirme eso a la mente.

1994, Teatro del Mercado, en cada butaca un paquetito, un pequeño presente la mar de bonito. Sólo por ese regalito merecía la pena. Estoy con Canch y detrás nuestro Bunbury: “Que aburrido, yo nunca haría un concierto en un teatro”. Las palabras se las lleva el viento… Poseo un gratísimo recuerdo de ese concierto.

Y, entre alguna de estas fechas, me viene a la mente el acústico en la Biblioteca de Aragón (la de Doctor Cerrada), donde acudí con Sergi para buscar, una noche más, una mirada extraña que no está…