25 de Agosto: Viaje a Medellín
Empresa Arauca: 30:000 COL
El trayecto transcurre por plena cordillera, por lo que los paisajes son increíbles. Pero... ¡¡¡Viajamos sin aire acondicionado!!! El calor es insoportable. Gente desesperada girando los pitorricos por donde sale el aire, los pitorricos de la luz (por si acaso son los del aire), gente sin camiseta... ¡Es horrible!
El trayecto, además, es un poco extraño. En primer lugar, nos detuvimos media hora, sin bajar del autobús en Pereira y luego, fuimos de tirón, sin parar ni una sola vez, ni siquiera para almorzar, hasta Medellín. De hecho, el conductor paró en un lugar de la carretera donde, de repente, se acercó corriendo un quillo de un restaurante con una bolsa de papel y una gaseosa. Sí, como bien han imaginado, era el almuerzo del conductor. ¡Hideputa el tío! Para él sí que hay papeo, mientras que los demás quedamos desnutridos hasta Medellín. Obviamente, llegamos hambrientos. Así que, nada más bajar del autobús, almorzamos un plato del día por 6000 COL y, desde allá, tomamos un taxi hasta el Hostel Arupo.
El taxista era un tipo requetemajo. Como no sabía muy bien cómo llegar hasta la puerta del mismito hostel, de vez en cuando se bajaba del taxi y preguntaba a la gente. Jajajaja, era tremendo. Pero, bueno, al final conseguimos llegar sin dar ninguna vuelta y la que sería nuestra morada durante nuestra estancia en Medellín tenía muy buena pinta: acogedora y a buen precio. Esta sita en El Poblado, una zona de pijerío total y llena de "gringos" en la que se encuentra la famosa Plaza Lleras de la Zona Rosa.
Empresa Arauca: 30:000 COL
El trayecto transcurre por plena cordillera, por lo que los paisajes son increíbles. Pero... ¡¡¡Viajamos sin aire acondicionado!!! El calor es insoportable. Gente desesperada girando los pitorricos por donde sale el aire, los pitorricos de la luz (por si acaso son los del aire), gente sin camiseta... ¡Es horrible!
El trayecto, además, es un poco extraño. En primer lugar, nos detuvimos media hora, sin bajar del autobús en Pereira y luego, fuimos de tirón, sin parar ni una sola vez, ni siquiera para almorzar, hasta Medellín. De hecho, el conductor paró en un lugar de la carretera donde, de repente, se acercó corriendo un quillo de un restaurante con una bolsa de papel y una gaseosa. Sí, como bien han imaginado, era el almuerzo del conductor. ¡Hideputa el tío! Para él sí que hay papeo, mientras que los demás quedamos desnutridos hasta Medellín. Obviamente, llegamos hambrientos. Así que, nada más bajar del autobús, almorzamos un plato del día por 6000 COL y, desde allá, tomamos un taxi hasta el Hostel Arupo.
El taxista era un tipo requetemajo. Como no sabía muy bien cómo llegar hasta la puerta del mismito hostel, de vez en cuando se bajaba del taxi y preguntaba a la gente. Jajajaja, era tremendo. Pero, bueno, al final conseguimos llegar sin dar ninguna vuelta y la que sería nuestra morada durante nuestra estancia en Medellín tenía muy buena pinta: acogedora y a buen precio. Esta sita en El Poblado, una zona de pijerío total y llena de "gringos" en la que se encuentra la famosa Plaza Lleras de la Zona Rosa.
Marta Puntico
Al suponer que los precios para comer por esa zona serían elevadísimos, nuestros pasos se dirigieron a La Calle 10, bastante más barata.Finalmente, acabamos en Marta Puntico, en cuya puerta hay un dibujo gigante de una mujer rubia que me recuerda a Dolly Parton. Un perrito caliente del tamaño de un elefante y a dormir...
El Arupo Hostel. 70.000 COL x día una habitación para dos.
2 comentarios:
He tenido la posibilidad de estar en los domicilios medellin y pude disfrutar de esa maravillosa ciudad Colombiana y muchas otras. Lo que mas me gusto del país son sus playas que ayudan para pasar mejor el calor que hay
Hola Jorge,
Gracias por la visita y por dejar su comentario.
Las playas, aquellas que poseen aguas cristalinas, son una maravilla. Creo que, sin duda, son de visita obligada. Pero a ellas hay que sumar, entre otras cosas, Bogotá (donde hace frío), Medellín y sus alrededores, la rumba nocturna en Cali, el eje cafetero, San Agustín, Villa de Leyva... zonas, todas ellas, de gran riqueza natural y cultural.
Un afectuoso saludo
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