El otro día, cuando marché a nadar, me encontré en el vestuario de la piscina municipal este carro con unos zapatos encima. Supuse que sería de algún bañista que se estaría cambiando; mas, nadie más había allá.
Sin duda, me pareció una estampa de lo más curiosa: Un carro solitario en medio de un vestuario. Esta es la razón por la que tomé la instantánea.
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