Hoy he vuelto a recordar uno de esos episodios fatídicos en la vida. Fue una carambola funesta la que nos llevó a la frustración, al abatimiento y, por consiguiente, a quedarnos con las auténticas y genuinas caras de breva durante un largo periodo de tiempo. Quizás, unos minutos; pero, debieron de ser eternos.
Debemos retrotraernos al año 95, en plena "Guerra del fletán", aquella en que se vieron envueltos España y Canadá por culpa de los bancos pesqueros. Por aquel entonces, uno de mis grupos predilectos (y lo sigue siendo), era BUM, una delicia de punk-rock que, junto con Parasites, Ramones, Schreeching Weasel, entre otros, no paraban de sonar en mi, por aquel entonces, preciado discman. La asombrosa noticia de que iban a tocar en Zaragoza, nos pilló por sorpresa por lo inusual de tener un grupo de ese calibre en la capital maña; pero, guau, cómo lo celebramos...
Era la hora y nos acercamos a La piedra de Blarney. Los nervios a flor de piel. El escenario, vacío, sin instrumentos. Algo malo pasaba ¿Qué carajo estaba ocurriendo? La mala noticia no tardó en llegar a nuestros oídos: no habían obtenido el visado a tiempo y, por lo tanto, se caía el concierto de Zaragoza. Se me desencajó la cara. Los ojos estuvieron a puntito de derramar lágrimas. No podía creerlo. ¡Maldito fletán! Pensaba para mis adentros.
Parece ser que a los pocos días, sí que tocaron en Barcelona. La vida había sido cruel con nosotros.
Bueno, les dejo con una canción de tan grandioso grupo. Sólo es la música, porque la imagen es fija. Es la portada de su primer disco (mejor dicho, discazo) y la imagen que portaba en mi estupenda camiseta.
3 comentarios:
Buen tema, a mí eso me ha pasado dos veces. Una depués de ir hasta San Sebastián para ver a Deep Purple y la otra ocasión después de ir a Madrid para ver a Sex Pistols (cuando se volvieron a juntar para una gira en los noventa).
Cómo olvidar aquel frustrado concierto... En mi caso también era, y continúa siéndolo, una de mis bandas favoritas; dentro del género en el que se les encajaba, me parece que tenían un sonido y una pegada únicos. Lo que no recuerdo es haber acudido hasta la puerta del local en el que se iba a celebrar el concierto. Mi memoria es tremedamente mala, máxime a la hora de refrescar recuerdos de juventud, empapados como están en una gruesa capa de alcohol. Supongo que si tú estabas allí, yo también debería estarlo, aunque ya te digo que no lo recuerdo; sí que me viene a la memoria, en cambio, haber visto el cartel del concierto en bares como el Blues o el Limbo.
Sea como fuere, aquello fue una enorme desgracia para un preuniversitario como yo, en una ciudad en la que la oportunidad de ver a bandas como Bum era más bien escasa. Siempre albergamos la esperanza de que volviesen, si en un momento dado se había contactado con ellos y se les había convencido de que viniesen ¿por qué no intentarlo una segunda vez? Esa es una duda que siempre nos acompañará.
Sólo puedo afirmar que la cara de tonto que se me quedó con este asunto fue la misma que cuando me quedé en la calle en el concierto de Deer Tick por haberse vendido todas las entradas; cosas que pasan... En el difunto Rainy Day Music también traté de pasada este tema (http://rainymusic.blogspot.com.es/2011/02/zumpano-look-what-rookie-did-1995_24.html), está claro que a ambos nos marcó, que a día de hoy sigamos recordándolo es sintomático. Besos y abrazos, y que vuelva el discman ¡por favor!
alcorze, la verdad es que es un momento horrible cuando llega a tus oídos una noticia así. Deep Purple y Sex Pistols... vaya par de clasicazos.
binguero, mis recuerdos de juventud también van escasos, jajajaja. Pero, mi memoria me retrotrae al interior de la sala y con cuatro pelagatos dentro... ¡Horreur!
Reucerdo tu entrada de tu maravilloso Blog. ¡Ays! El otro día me puse un vinilico de Bum y, carajo, volví a cagarme en el maldito fletán.
Besicos
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