Hace un año, llegamos a Santiago de Compostela después de trece días pedaleando. Habíamos salido de Zaragoza con la fuerza y la ilusión necesaria para intentar llevar a cabo semejante hazaña. Cansados, pero emocionados, llegamos a la plaza de Obradoiro con nuestras pequeñas Boogaloo y Pirita después de pasar por diferentes fases, tanto personales como físicas.
Por esta razón, he decidido intentar narrar, etapa por etapa, cómo fue aquella experiencia. Será poco a poco, de manera holgada en el tiempo; pero, espero que constante. Espero que lo disfruten.
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