Hoy, me he enterado de que pronto (en Agosto concretamente), se estrenará Prometheus en España, la primera entrega de la trilogía que servirá como precuela de Alien. Ésta, la ha dirigido Ridley Scott, sí el mismito que nos deleitó con esa maravilla del cine de terror en la que "el octavo pasajero" sembraba el miedo entre la tripulación. Sabida es mi devoción por Alien. Sólo tienen que pasarse por acá para hacerse una idea. Por esta razón, desde ya, empiezo la cuenta atrás para introducirme en la sala y, espero, disfrutar de una película que promete bastante. Por favor, señor Ridley, no nos defraudes...
miércoles, 30 de mayo de 2012
lunes, 28 de mayo de 2012
De pitos y vainas...
La semana pasada, la esperada pitada al himno nacional durante la final de la Copa del Rey, así como las desafortunadas declaraciones de la señora Esperanza Aguirre, acapararon todos los medios de comunicación. Una vez más, la noticia chorrona de la semana era la comidilla de todas las tertulias, unas más incendiarias que otras, todo hay que decirlo. Pues bien, hoy va mi opinión al respecto posicionándome en situaciones bastante similares que pocas personas pondrían en entredicho. Mas, para evitar que la gente pueda crisparse, que algunos ojos puedan salirse de las órbitas o que se me tache de tal y cuál palo, he de decir que me importa un rábano que se pite o no al himno, que soy defensor de la libertad de expresión y que las palabras de Esperancita me parecen una estupidez como la copa de un pino.
Situación 1:
Estoy invitado a una boda. Yo no soy católico practicante. Es más, me inventé mi propia manera de pensar en todo este rollo y me hice politeísta. Es más, la Iglesia como institución me parece una grandísima maldición. No obstante, ni persigo, ni odio, ni me parece mal que la gente crea en lo que quiera. Las cosicas de la Fe, son inexpugnables... Pues bien, estoy invitado a una boda. Como sucede en estos menesteres, el cura empieza a dar el sermón. Reacción: a) Guardo respeto en silencio (y sin seguir los gestos extraños que se van realizando durante la misa, dícese cruces, levantarse y sentarse, santiguaciones...), aunque no comparta las palabras del sacerdote; b) Como sé que no me va a molar lo que escucho, decido no entrar y esperar a celebrar con mis compinches su boda más adelante; c) empiezo a abuchear al párroco. Obviamente, todas las personas que conozco (y supongo que aquellas que lean estas líneas), se decantan por la opción a) y b). Aún no he conocido a nadie que haya hecho la c).
Acá va lo que no comprendo. En la final estaría a) Guardo respeto en silencio (y sin levantarme ni hacer ningún gesto que aparente que estoy orgulloso y/o contento de escuchar el himno), aunque no lo comparta ni considere que me identifica; b) Como sé que no me va a molar lo que escucho, decido no entrar y esperar a que dé el pitido inicial el árbitro de la contienda para entrar en el estadio; c) empiezo a abuchear y a pitar como si me fuese la vida en ello. ¿Por qué, entonces, acá, tantísima gente defiende la posición c)?
- "Sí. Pero, es que no se dice nada de abuchear, silbar o insultar al árbitro".
... De repente, en la misa, el cura, no se sabe porqué, comienza a eructar, echarse pedos y decir alguna cosa ofensiva contra quienes se están casando. Reacción: a) Quedas atónito, perplejo, sorprendido, indignado, pero no insultas ni abucheas (con opción de cagarte en todo); b) insultas, abucheas e incluso lanzas el mechero al cura por pendejo. Obviamente, las dos opciones podrían salir empatadas tranquilamente.
Cambiemos al cura por el árbitro y todo tiene sentido. El árbitro pita un penalti con el que no estoy de acuerdo, expulsa a menganito, considero que se equivoca en algunas decisiones... a) Quedas atónito, perplejo, sorprendido, indignado, pero no insultas ni abucheas (con opción de cagarte en todo); b) insultas, abucheas e incluso lanzas el mechero (como por desgracia ocurre en algunos campos), al árbitro por pendejo.
- "Ya. Pero, por ejemplo, a Zapatero se le abucheó en el desfile, y eso no lo criticas pero lo del himon sí... y que patatín, y que patatán..."
Situación 2:
Estoy en la calle, que es un espacio público (y no cerrado como un campo de fútbol o una iglesia), y se monta un concierto, un desfile de las fuerzas armadas o cualquier otra vaina por el estilo. Al ser un espacio público y ocuparse la calle para realizar un acto con el que estoy en desacuerdo... a) Paso de largo sin hacer nada o ni siquiera me acerco al lugar; b) abucheo, silbo y muestro mi descontento. De nuevo, las dos opciones podrían salir bastante igualadas.
Recordemos que el estadio de fútbol es un edificio cerrado, al que se decide ir por voluntad propia, y no una invasión del espacio público para un acto que no has elegido que se realice.
- "Y que me dices de ir al Congreso, o a un mitín, o a hacer algún acto de protesta en la calle"
Situación 3:
Me la chinga bien chingada una decisión política, que se maltrate a la marmota Phil, que venga de visita el santo pontífice o que se prohíba el paso en la frontera atmosférica a una nueva especie alienígena. Reacción: a) Soy un pasota, me la suda todo y pienso que las cosas no van conmigo; b) Me cabreo, hago mala sangre y mis conversaciones giran en torno a ese suceso día sí, día también; c) decido movilizarme y realizar alguna acción para dejar claro mi desacuerdo. Una vez más, las tres opciones podrían quedar bastante equiparadas.
- "Y entonces... ¿Qué diferencia hay?"
El objetivo. Sí, es sencillo, el objetivo con que se acude a un evento.
- "Claro, pero puede haber dos objetivos"
Sí, por supuesto que puede haber dos objetivos; pero, entonces, hay que ser coherente con los dos objetivos siempre, y no cuándo, por ciertos intereses, me dé la real gana. Por ejemplo, en lugar de festejar el triunfo y la entrega de la copa y las medallas por el representante de la Institución que anteriormente has abucheado, debieras volver a silbar y abuchear en ese momento... Y, además, en el caso de la boda, no has elegido la opción c).
- " Pero es que no es lo mismo. Y, además, en ese momento estás eufórico y hay que celebrarlo... ¡Joder, ha ganado tu equipo!"
Ya, claro. Es lo que tiene, que así va el Mundo...
Situación 1:
Estoy invitado a una boda. Yo no soy católico practicante. Es más, me inventé mi propia manera de pensar en todo este rollo y me hice politeísta. Es más, la Iglesia como institución me parece una grandísima maldición. No obstante, ni persigo, ni odio, ni me parece mal que la gente crea en lo que quiera. Las cosicas de la Fe, son inexpugnables... Pues bien, estoy invitado a una boda. Como sucede en estos menesteres, el cura empieza a dar el sermón. Reacción: a) Guardo respeto en silencio (y sin seguir los gestos extraños que se van realizando durante la misa, dícese cruces, levantarse y sentarse, santiguaciones...), aunque no comparta las palabras del sacerdote; b) Como sé que no me va a molar lo que escucho, decido no entrar y esperar a celebrar con mis compinches su boda más adelante; c) empiezo a abuchear al párroco. Obviamente, todas las personas que conozco (y supongo que aquellas que lean estas líneas), se decantan por la opción a) y b). Aún no he conocido a nadie que haya hecho la c).
Acá va lo que no comprendo. En la final estaría a) Guardo respeto en silencio (y sin levantarme ni hacer ningún gesto que aparente que estoy orgulloso y/o contento de escuchar el himno), aunque no lo comparta ni considere que me identifica; b) Como sé que no me va a molar lo que escucho, decido no entrar y esperar a que dé el pitido inicial el árbitro de la contienda para entrar en el estadio; c) empiezo a abuchear y a pitar como si me fuese la vida en ello. ¿Por qué, entonces, acá, tantísima gente defiende la posición c)?
- "Sí. Pero, es que no se dice nada de abuchear, silbar o insultar al árbitro".
... De repente, en la misa, el cura, no se sabe porqué, comienza a eructar, echarse pedos y decir alguna cosa ofensiva contra quienes se están casando. Reacción: a) Quedas atónito, perplejo, sorprendido, indignado, pero no insultas ni abucheas (con opción de cagarte en todo); b) insultas, abucheas e incluso lanzas el mechero al cura por pendejo. Obviamente, las dos opciones podrían salir empatadas tranquilamente.
Cambiemos al cura por el árbitro y todo tiene sentido. El árbitro pita un penalti con el que no estoy de acuerdo, expulsa a menganito, considero que se equivoca en algunas decisiones... a) Quedas atónito, perplejo, sorprendido, indignado, pero no insultas ni abucheas (con opción de cagarte en todo); b) insultas, abucheas e incluso lanzas el mechero (como por desgracia ocurre en algunos campos), al árbitro por pendejo.
- "Ya. Pero, por ejemplo, a Zapatero se le abucheó en el desfile, y eso no lo criticas pero lo del himon sí... y que patatín, y que patatán..."
Situación 2:
Estoy en la calle, que es un espacio público (y no cerrado como un campo de fútbol o una iglesia), y se monta un concierto, un desfile de las fuerzas armadas o cualquier otra vaina por el estilo. Al ser un espacio público y ocuparse la calle para realizar un acto con el que estoy en desacuerdo... a) Paso de largo sin hacer nada o ni siquiera me acerco al lugar; b) abucheo, silbo y muestro mi descontento. De nuevo, las dos opciones podrían salir bastante igualadas.
Recordemos que el estadio de fútbol es un edificio cerrado, al que se decide ir por voluntad propia, y no una invasión del espacio público para un acto que no has elegido que se realice.
- "Y que me dices de ir al Congreso, o a un mitín, o a hacer algún acto de protesta en la calle"
Situación 3:
Me la chinga bien chingada una decisión política, que se maltrate a la marmota Phil, que venga de visita el santo pontífice o que se prohíba el paso en la frontera atmosférica a una nueva especie alienígena. Reacción: a) Soy un pasota, me la suda todo y pienso que las cosas no van conmigo; b) Me cabreo, hago mala sangre y mis conversaciones giran en torno a ese suceso día sí, día también; c) decido movilizarme y realizar alguna acción para dejar claro mi desacuerdo. Una vez más, las tres opciones podrían quedar bastante equiparadas.
- "Y entonces... ¿Qué diferencia hay?"
El objetivo. Sí, es sencillo, el objetivo con que se acude a un evento.
- "Claro, pero puede haber dos objetivos"
Sí, por supuesto que puede haber dos objetivos; pero, entonces, hay que ser coherente con los dos objetivos siempre, y no cuándo, por ciertos intereses, me dé la real gana. Por ejemplo, en lugar de festejar el triunfo y la entrega de la copa y las medallas por el representante de la Institución que anteriormente has abucheado, debieras volver a silbar y abuchear en ese momento... Y, además, en el caso de la boda, no has elegido la opción c).
- " Pero es que no es lo mismo. Y, además, en ese momento estás eufórico y hay que celebrarlo... ¡Joder, ha ganado tu equipo!"
Ya, claro. Es lo que tiene, que así va el Mundo...
domingo, 20 de mayo de 2012
Bar Coyote
Hace bien poco, emitieron esta película, de título Coyote Ugly, por televisión. Yo había visto el tráiler por la tele hará ya unos diez años. Sabía que había tenido muchísimo éxito en las salas de cine, tanto, tanto, que llegó a ser número 1 de taquilla en EE. UU. Así que decidí intentar entender el porqué...
Sinceramente, no lograba comprenderlo. Creo que es de las pocas ocasiones que una película me ha producido vergüenza ajena. Sí, vergüenza ajena. Todo tan chabacano, superficial, previsible... Era como estar viendo los dos típicos capítulos seguidos de una serie juvenil en los que la prota, cantante como tiene que ser, intenta conseguir algo, lucha por ello, prueba superar sus miedos, pero sus seres queridos no la comprenden y... ¡Apagué el televisor! Supongo que, como en las series, acabaría con final feliz
Las chicas estaban bailando sobre la barra del bar, el agua, el hielo (qué sé yo) caía sobre las camisetas, la clientela enloquecía con los movimientos. Y yo miraba atónito la escena. Entró Marta al salón. - "Marta ¿Cómo pudo tener esta película tanto éxito?" - "¿Tuvo mucho éxito? Bueno, es obvio. Seguro que tuvo más éxito entre los adolescentes". - "Ah, bueno, claro, ..." Luego (o antes, no lo recuerdo), vino la escena del organillo y el striptis entre los monigotes famosos. Creo que ese fue el momento de mayor delirio ¡Qué cosa más horrible!
No sé. Creo que en mi adolescencia, tampoco me habría gustado semejante patraña.
Sinceramente, no lograba comprenderlo. Creo que es de las pocas ocasiones que una película me ha producido vergüenza ajena. Sí, vergüenza ajena. Todo tan chabacano, superficial, previsible... Era como estar viendo los dos típicos capítulos seguidos de una serie juvenil en los que la prota, cantante como tiene que ser, intenta conseguir algo, lucha por ello, prueba superar sus miedos, pero sus seres queridos no la comprenden y... ¡Apagué el televisor! Supongo que, como en las series, acabaría con final feliz
Las chicas estaban bailando sobre la barra del bar, el agua, el hielo (qué sé yo) caía sobre las camisetas, la clientela enloquecía con los movimientos. Y yo miraba atónito la escena. Entró Marta al salón. - "Marta ¿Cómo pudo tener esta película tanto éxito?" - "¿Tuvo mucho éxito? Bueno, es obvio. Seguro que tuvo más éxito entre los adolescentes". - "Ah, bueno, claro, ..." Luego (o antes, no lo recuerdo), vino la escena del organillo y el striptis entre los monigotes famosos. Creo que ese fue el momento de mayor delirio ¡Qué cosa más horrible!
No sé. Creo que en mi adolescencia, tampoco me habría gustado semejante patraña.
martes, 15 de mayo de 2012
Vacaciones de Verano: Cali (parte I)
La mañanita iba a ser relajada. El plan era el de visitar el centro de la ciudad; mas, en esa zona estaba todito de obras, con lo cual poco pudimos ver. Afortunadamente, el calor no era sofocante, algo que, después del día anterior, era de agradecer.
Por la tarde, después de almorzar, marchamos a ver a la abuelita Zeneida. Nos acercamos a la residencia, donde ya se encontraban Amanda y Sebastián. Al llegar, nada más vernos, mi abuelita nos recibió con una tremenda ilusión. Se veía que estaba totalmente emocionada. Y no es para menos. Allá estaba uno de sus nietos, a quien no había visto desde hacía ya unos seis años, junto con Marta, a quien acababa de conocer.
Mi abuelita, nos mostraba todo su genio. Tenía mucha fuerza y mucha presencia, a pesar de estar ya debilitada por la edad. Allá, en la habitación, nos piropeaba y nos bailaba, al tiempo que nos contaba algunos sucesos que decía vivir y que no tenían mucho sentido. Al marchar, había algo en mi interior que me hacía estar cabizbajo. A mi lado, Martha (así se escribe allá su nombre), me servía de apoyo al salir de la residencia. Para mí, era muy importante haber estado allá con ella. Me hacía ilusión que conociese a la abuelita y, además, tenerla a mi lado me confería un poco de alivio.
No sé el motivo, abuelita, pero tenía la sensación de que iba a ser la última vez que iba a pasar un rato con vos. El 21 de Abril recibí la noticia que ratificaba aquel sentimiento. Me quedo con el recuerdo de aquella tarde, de tus canciones, de tus bailes, de tu alegría…
jueves, 10 de mayo de 2012
La verdad de la Sanidad (versión PP)
El PP ha vuelto a hacer de las suyas. Es curioso observar cómo se intenta convencer a la ciudadanía de que las reformas que se están llevando a cabo están siendo mal interpretadas, supongo que para así como "desmontar" los "engaños" que sobre ellas vierten el PSOE, sindicatos y la izquierda más radical, jejejeje. Y lo hace a través de una campaña titulada: Reformas: garantías de futuro. La pueden seguir en el enlace http://laverdaddelasreformas.es/
Bien, veamos un ejemplo de la rigurosidad y la poca consistencia que tiene el objetivo fundamental de la reforma sanitaria:
OBJETIVOS DE LA REFORMA SANITARIA
(pueden ver que está extraído de la página Web, tal y como muestra la captura que he insertado al principio de la entrada)
El objetivo fundamental es garantizar la sostenibilidad del sistema, preservando siempre el derecho de los ciudadanos a la protección de su salud. La reforma sanitaria pretende garantizar una verdadera Sanidad Universal, Pública, Gratuita y de Máxima Calidad.
Garantizar una verdadera sanidad universal:Veamos. Como reitera la declaración de Alma Ata (1978), “la salud, estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, es un derecho humano fundamental”. Para ello, parte fundamental es la atención primaria, que “se orienta hacia los principales problemas de salud de la comunidad y presta los servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación necesarios para resolver esos problemas”. Por ello, “la atención primaria forma parte integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo principal, como del desarrollo social y económico global de la comunidad”.
Entonces, si una persona queda privada de poder ser asistida por lo que forma el núcleo principal y la función central del sistema sanitario, obviamente queda discriminada con respecto a aquellas que sí que pueden hacerlo, al no ser atendida en igualdad de condiciones. Si a ello añadimos que la mejor herramienta para la protección de la salud es la prevención, función ejecutada por la atención primaria, no cabe duda de que desaparece la universalidad del sistema sanitario.
Entonces, si una persona queda privada de poder ser asistida por lo que forma el núcleo principal y la función central del sistema sanitario, obviamente queda discriminada con respecto a aquellas que sí que pueden hacerlo, al no ser atendida en igualdad de condiciones. Si a ello añadimos que la mejor herramienta para la protección de la salud es la prevención, función ejecutada por la atención primaria, no cabe duda de que desaparece la universalidad del sistema sanitario.
Pública:
Será pública, única y exclusivamente, para aquellas personas que entren dentro del sistema sanitario español. Pero, no seamos tan quisquillosos. Para las personas extranjeras que no tengan residencia en España, la nueva normativa asegura que "recibirán, siempre, asistencia sanitaria en casos de urgencia, ya sea por enfermedad o por accidente, hasta la situación de alta médica". ¿Estar jugando al fútbol y tener una rotura de hueso es considerado accidente? Pero no se lo pierdan, que aún hay más: se podrán atender otros problemas específicos de salud o se promoverán, en su caso, medidas sanitarias, a través de convenios con ONG. ¡Toma Jeroma!
Si la OMS levantara la cabeza… ¡Ah, que sigue allí! La atención sanitaria no es un bien que pueda regirse por las leyes del mercado y los sistemas públicos son los únicos que pueden garantizar universalidad, equidad y calidad. Por esta razón, lo que se tiene que reforzar son los sistemas públicos de salud, y no derivar las obligaciones.
Si la OMS levantara la cabeza… ¡Ah, que sigue allí! La atención sanitaria no es un bien que pueda regirse por las leyes del mercado y los sistemas públicos son los únicos que pueden garantizar universalidad, equidad y calidad. Por esta razón, lo que se tiene que reforzar son los sistemas públicos de salud, y no derivar las obligaciones.
Gratuita:
Que yo sepa, nunca ha sido gratuita. El sistema sanitario, en España, se financia a través del sistema tributario general (el IVA, el impuesto sobre hidrocarburos y el impuesto de ventas de hidrocarburos minoristas): 94,07 %; mutualidades de accidentes laborales y enfermedades profesionales: 2,53 %, y Mutuas del funcionarado: 3,4 %. Vamos, que está financiada (que quede claro que no hay ningún vínculo financiero entre la Seguridad Social y el sistema público de salud), por todas las personas que habitan en suelo español, estén o no en lo que se denomina situación irregular, ya que, quienes están sin permiso de residencia, también consumen. ¿Y siendo que están financiando la sanidad, cómo es que no tienen el mismo derecho de acceso a ella que la demás población?
A estos datos, debieramos sumar la subida de un 10% en el pago de medicamentos y, además, el pago del transporte no "urgente". Si ya pagamos, a través de los impuestos, el sistema sanitario español, tener que apoquinar más por cada recetica o por el transporte... ¿no es repagar? Pero, tranquilidad, querida ciudadanía, no se ha establecido ningún copago.
A estos datos, debieramos sumar la subida de un 10% en el pago de medicamentos y, además, el pago del transporte no "urgente". Si ya pagamos, a través de los impuestos, el sistema sanitario español, tener que apoquinar más por cada recetica o por el transporte... ¿no es repagar? Pero, tranquilidad, querida ciudadanía, no se ha establecido ningún copago.
De máxima calidad:
Por ahora, con los recortes que se han ido haciendo, creo que la calidad habrá descendido un poquitico… Con menos presupuesto, menos personal y la misma cantidad de labora, sólo hay que echar mano del sentido común.
Menos mal que sí que hay dinero para hacer campañas para informar y explicar las medidas ¿O debiera decir para distorsionar de manera disimulada la información sobre las medidas?
viernes, 4 de mayo de 2012
Demolición
Para hoy, esta grabación de Wau y los Arrrghs!!! tocando un temón de Los Saicos, esa banda del Perú que me hace vibrar cada vez que pongo su vinilo en el hogar. Simple y llanamente ¡BRUTAL!
Con ustedes, "Demolición". Disfrútenla:
martes, 1 de mayo de 2012
¿Imágenes por la equidad de género?
Se me antoja, al menos curioso, que en algunas ocasiones los discursos concernientes a la equidad de género vengan acompañados de imágenes donde se cae en uno de los manidos estereotipos que poco ayudan a cambiar la mentalidad de las personas: el rosa para la mujer y el azul para el hombre.
¿No les parece?
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